Los americanos no se cansan de producir películas para intentar recordar al mundo que son el país de la libertad, y bien que se enorgullecen de ello con su famosa Estatua en Nueva York.

Sin embargo, nada más lejos de la realidad. El racismo y la xenofobia les sigue corroyendo hasta los pilares más profundos de su sociedad. No les vale con haber elegido a un Presidente negro por primera vez en la historia, como no les valió su guerra de Secesión para erradicar la injusticia de la esclavitud y como algunos se llenaron los bolsillos a base de explotar a sus semejantes en aquellos tiempos oscuros, además nos lanzan su mejor reclamo, escaparate y cuna de los sueños como es el cine para tratar de justificar lo injustificable.

Preciosa película con Harrison Ford como hilo conductor, basada en un jugador, el 42, la leyenda negra de los Dodgers de Brooklyn que fue el primer jugador afroamericano de la Liga de Baseball profesional.

Sobresaliente 9.