Parece ser que se ha puesto de moda el rollo antibélico en estos tiempos revueltos y amplificados por los mass media.
Algo superior y más correcta que la fallida “Iluminados por el fuego”, “Mi mejor enemigo” es la típica película que hemos visto mil y una veces. Esta vez toca el conflicto chileno-argentino de finales de los setenta.

¿Funciona? Sí, aunque a ratos. En los momentos donde se intenta poner más profunda y calar en las emociones del espectador. Donde intenta humanizar el sinsentido de una guerra con momentos cómicos. Cuando dota de un trasfondo a las historias de comadreo entre esos dos bandos perdidos en tierra de nadie.

Sin ir más lejos me quedo con “Punto y raya” (ese partidito ya lo hemos visto) y sobre todo con la ácida crítica y denuncia de “En tierra de nadie”, la mejor película antibélica de esta década.