Una verdadera extrañeza oriunda de Taiwán, capaz de mostrarse como un dramón y mutar con facilidad hacia una suerte de thriller, sin que esto se perciba forzado ni fuera de lugar.
En 'El sol que abrasa' hay mucha poesía en los diálogos, en los paisajes y en varios de los planos exhibidos por el director, pero también hay violencia y situaciones que se prestan a debate.
Naturalidad en las actuaciones, miradas desoladas y unos apreciables giros en donde la historia se luce más en su segunda mitad.
De tragedias familiares y silencios. De conflictos y decepciones. Gran sorpresa.
8 Alancitos Taiwaneses sobre 10