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España España · Las Palmas de Gran Canaria
Voto de Alfonso Marlowe:
6
Drama La historia de un legendario director llamado J.J. "Jake" Hannaford, que regresa a Hollywood desde los años de semi-exilio en Europa, con planes para completar el trabajo en su propia película, también titulada "Al otro lado del viento" y volver al estrellato... Último largometraje de Orson Welles, terminado en 2018 por un equipo de profesionales siguiendo las anotaciones del realizador. (FILMAFFINITY)
19 de septiembre de 2023
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
No sé si atreverme a hacer una crítica sincera sobre esta película a dos niveles: su verdad y brillante capacidad técnica innovadora. Me temo que me van a acribillar, huelo las antorchas.

En 1970 Welles recibió su Óscar honorífico por toda su carrera, en parte por complejo de culpa por parte de la Academia de Hollywood de no haber dado más oportunidades al Genio del cine, en este contexto creyó que podría acabar este proyecto y venderlo pero otra vez no consiguió terminarlo y quedó fragmentado, a veces un poco incoherente aunque muchos vean en esto una virtud extra para el espectador "activo y comprometido".

Al final Netflix consiguió recomponer en una película medianamente coherente esta obra y estrenarla en 2018.

Metacine vanguardista artístico, autobiográfico dirigido para el público culto seguidor de Welles donde John Huston hace de alter ego de Welles. La película se hace demasiado larga y reincide en temas, además aunque es algo autocrítica podría serlo más, más sincera y menos victimista.

Orson Welles fue un director privilegiado que llegó con un contrato extraordinario en la industria de Hollywood que le daba la máxima libertad creativa por la productora RKO que no era de las grandes y estaba dirigida por "criterios artísticos", ,con técnicos de lo mejor, muy abiertos a sus nuevas ideas y muy jóvenes, tras dos películas y un documental que en su momento que no dieron beneficios (con total razón), se rescindió el contrato.

Creo que salvo la Dama de Shanghai y gracias al físico de su esposa y protagonista Rita Hayworth, Welles no consiguió un taquillazo que compensara a sus productores que eran los que invertían su dinero. Sin embargo, a la creación merecida de esta "leyenda negra", también se creo la leyenda de director artístico que no cedía ante productores mediocres artísticamente, que en realidad solo querían recuperar su dinero en beneficios de taquilla.

Pero también sus mentiras con el productor español Emiliano Piedra para conseguir dinero para filmar una película con falsas promesas de rodar otra (hasta que al final se arruinó), los contratos abusivos a actores y técnicos que trabajaban muy en precario para tener en su currículum el honor de haber trabajado con Welles, muchas filmaciones que se quedaron a la mitad de rodaje y por tanto con toda la inversión completamente perdida.

Recibía premios, y los productores (arruinados) se quedaban con los derechos de propiedad que empezaban a dar beneficios diez años después o más tarde, nada de eso se remarca, solo la enorme figura de Welles: el indiscutible Genio. Muchas de sus películas empezaron a dar beneficios muchos años después en reposiciones en televisión y cuando ya había una masa crítica de espectadores cultos y universitarios dispuestos a pagar para ver su cine.

La revolución que WELLES hubiese podido esperar llegó a finales de los años 60 y 70 con el nacimiento del cine independiente, las productoras pequeñas y el nuevo cine, pero eso ya cogió tarde a Welles. Sin embargo, su leyenda se había agigantado hasta tal punto que ya no era posible la más mínima autocrítica real.

Welles nunca quiso adaptarse del todo y "ceder artísticamente" a la necesidad de la industria de Hollywood de dar beneficios en taquilla, así que por lo menos nosotros podemos disfrutar con esta confesión fragmentaria de su trayectoria vital.
Alfonso Marlowe
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