Segundo, el peculiar docudrama español The invocation of Enver Simaku, que se pudo ver en la sección Noves visions de Sitges y aquí obtuvo una mención especial del jurado. En la Albania de los años 90, Julien está obsesionado con una grabación de vídeo con imágenes fantasmagóricas. Años después, volverá al terreno para documentar e investigar sobre estas grabaciones y estos misterios ocultos. Un proyecto interesante y sin duda aplaudible por su anomalía. Es encomiable que en el duro panorama de género español se opte por filmar un drama sobre la grabación de un hipotético documental de posesiones y espíritus. Un libre juego de lenguajes y códigos que consigue interesar a la audiencia por la fuerza de sus temas. Pero es esto lo que es un acierto, el punto de partida y sinopsis. La ejecución es un poco pobre, una sucesión desatada de cháchara con pocos hechos y una exploración superficial de una iconografía rica que no enriquece nuestro acerbo previo de referencias. Un producto diferente y de personalidad genuina, pero poco más.