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Voto de Gregorio Samsa:
4
22 de mayo de 2008
5 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Las películas de venganzas personales para tomarse la justicia a cuenta propia, al ver con estupor como la justicia a cuenta ajena es barata o incluso nula, son abundantes. Esta es una más pero matizada. Aquí la imposición de justicia no se le achaca al juez (que es quien impone la ley y no quien hace justicia, como comúnmente creemos) sino al sistema legislativo cuasimercantilista al que está tristemente subordinada la susodicha.
Después de desarrollarse el argumento (de una manera un pelín pueril y aburrida), el nudo de la película se muestra más interesante aunque sea muy predecible para dar paso a un desenlace increíble donde se da rienda suelta a lo prosaico y a las balas.
La sensación más fuerte en toda la película es la casi perfecta despoblación que sufre la ciudad en la que transcurre la acción. Casi tanto como lo yermo del guión en lo tocante a los personajes y al espesor psicológico de las idiosincrasias. Excepto el personaje de Bacon, que tiene altibajos emocionales y vacilaciones explicables y entendibles, el resto es simplemente un corrillo que orbita a su alrededor sin pena ni gloria. Casi no existen personajes secundarios por verse relegados a un plano de fondo prácticamente en su totalidad.
También se puede percibir un tufillo de pretenciosidad en casi toda la cinta, poniéndose el director en evidencia en muchas ocasiones, pero con un tono simpático y honesto.
Incluso con estas incoherencias narrativas y los permisibles fallos del director (que siendo el de 'Saw' tiene el cielo ganado) y con un Kevin Bacon ajado hasta las canillas, la película merece una hora y media de atención para pasar un buen rato y comerse unas palomitas. No es de esas películas en las que se queda la gente a ver los créditos finales como buenos cinéfilos, pero se puede llenar una tarde de domingo.
Para no comerse mucho el tarro ni para llegar a conclusiones raras.
Después de desarrollarse el argumento (de una manera un pelín pueril y aburrida), el nudo de la película se muestra más interesante aunque sea muy predecible para dar paso a un desenlace increíble donde se da rienda suelta a lo prosaico y a las balas.
La sensación más fuerte en toda la película es la casi perfecta despoblación que sufre la ciudad en la que transcurre la acción. Casi tanto como lo yermo del guión en lo tocante a los personajes y al espesor psicológico de las idiosincrasias. Excepto el personaje de Bacon, que tiene altibajos emocionales y vacilaciones explicables y entendibles, el resto es simplemente un corrillo que orbita a su alrededor sin pena ni gloria. Casi no existen personajes secundarios por verse relegados a un plano de fondo prácticamente en su totalidad.
También se puede percibir un tufillo de pretenciosidad en casi toda la cinta, poniéndose el director en evidencia en muchas ocasiones, pero con un tono simpático y honesto.
Incluso con estas incoherencias narrativas y los permisibles fallos del director (que siendo el de 'Saw' tiene el cielo ganado) y con un Kevin Bacon ajado hasta las canillas, la película merece una hora y media de atención para pasar un buen rato y comerse unas palomitas. No es de esas películas en las que se queda la gente a ver los créditos finales como buenos cinéfilos, pero se puede llenar una tarde de domingo.
Para no comerse mucho el tarro ni para llegar a conclusiones raras.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
¿Cómo se puede declarar la guerra a una banda de macarras sin antes tener la precaución de amparar a tu familia, aún teniendo la insistencia de una detective del FBI de no seguir por ese camino sólo, para poder colaborar con él, encontrándose una y otra vez con la negativa del padre del interfecto?
¿Cómo es posible que un sujeto, como el que interpreta Goodman, esté forrado de dinero (sale resobando un buen fajo fruto del arqueo diario, antes de vender una ristra de pistolas por cuatro de los grandes) y a la vez vaya hecho un guarro con las gafas rotas remendadas con cinta aislante? Además representa un personaje neutro que ni estimula ni estorba en la trama, que parece inventado para lucimiento del actor (que por cierto lo borda.)
¿Cómo se puede escribir un guión de semejante final con los dos antagonistas en un banco sentados y no caérsele la mano al suelo al guionista? Amén de las escenitas de los títulos de crédito con la familia feliz por doquiera que fueran o fuesen, irritando con esas muestras de júbilo típicas de las películas yanquis que sacarían de quicio al mismísimo Jim Carrey en la Máscara.
¿Cómo es posible que un sujeto, como el que interpreta Goodman, esté forrado de dinero (sale resobando un buen fajo fruto del arqueo diario, antes de vender una ristra de pistolas por cuatro de los grandes) y a la vez vaya hecho un guarro con las gafas rotas remendadas con cinta aislante? Además representa un personaje neutro que ni estimula ni estorba en la trama, que parece inventado para lucimiento del actor (que por cierto lo borda.)
¿Cómo se puede escribir un guión de semejante final con los dos antagonistas en un banco sentados y no caérsele la mano al suelo al guionista? Amén de las escenitas de los títulos de crédito con la familia feliz por doquiera que fueran o fuesen, irritando con esas muestras de júbilo típicas de las películas yanquis que sacarían de quicio al mismísimo Jim Carrey en la Máscara.