Este comentario está aquí como podría estar en el de cualquier otra película:

"Pedante" y "Pretenciosa/o" aplicado tanto como a película o autor indistintamente.
Sinceramente me sorprende tal sobreabuso del que hacen de estos 2 adjetivos aquellos que no tienen nada que decir o escribir pero por algún motivo se empeñan cabezones en hacerlo.

Más que las críticas lo que me interesa son las opiniones de la gente, sus puntos de vista, positivos, negativos o neutros, o cualquier comentario mínimamente relacionado con la película que alguien desee compartir con quien le apetezca leerlo. Pero decir/escribir pedante y pretencioso/a es lo mismo que no decir nada, es como dar la pataleta como lo hace un niño malcriado y poco más.

Sí, el lenguaje dá un significado a ambas palabras, pero carecen de sentido a la hora de opinar sobre cualquier obra de arte: todas las películas y todos los autores son pedantes y pretenciosos, partiendo de que cualquier autor pretende transmitir algo personal al resto de la humanidad (o como mínimo al de sus futuros espectadores) y todos pretenden provocar de alguna manera a los espectadores ya sea a través de una película, un libro, un disco, un concierto, una pintura o un cenicero de barro.

Ambas palabras sirven también como aviso, es señal de que no se va a leer ni oír nada con un mínimo de fundamento ni contenido, así que o se pasa al siguiente o bien uno se entretiene a lo grande leyendo los mosqueos que se coge la gente (los cuales ellos solos se los guisan y ellos solos se los comen).

Parece que muchos se ven obligados por fuerzas desconocidas a ver dichas películas , es más, parece que los detractores de Antonioni (y digo Antonioni como podría decir cualquier otro) han visto más películas de Antonioni que aquellos declarados pro-Antonioni, parece como que han ido probando insistentemente suerte para ver si al final se despistaba y les hacía "El Rey León" o si a lo mejor les hacía una con Julia Roberts y con guión de Tarantino.

Yo mismo dejé a Antonioni en su vejez, no me interesó nada lo que empezaba a hacer y por ello no tube que torturarme hasta la última que hizo. Hay demasiadas cosas que me interesan como para perder el tiempo con las que sé de antemano que no.

Pero hay gente que en lugar de ello, por lo visto, les dá por hacer todo lo contrario e incluso parecen verse obligados a, después del disgusto anunciado, hablar de ellas y acabar descargando su ira contra el teclado del ordenador como si así fuesen a acabar con ellas, con sus autores y con sus espectadores (que previamente y "supuestamente" ellos también lo han sido).

Supongo que como terapia les debe funcionar que ni el ponche con hierbabuena, fantástico, como digo, algunas desprenden tal cabreo que resultan más entretenidas que el mejor de los thrillers, pero tampoco estaría mal que hiciesen esto en el parlamento, por poner un ejemplo. Mas que nada para sacarle aún más provecho al asunto.

Pedantes y pretenciosos saludos!!