Vertebrando un guión fresco, dinámico, locuaz e irónico, sumando diálogos joviales, divertidos, interpretativos e interesantes nace esta película. Partiendo de la base de la rapidez, la volatilidad de la estructura de la historia, engancha la chispa de la intencionalidad de atrapar lo joven con recursos acordes. Mimando lo irreverente y la acritud del tempo nos allegamos a esa pequeña luz que se apaga al llegar a la madurez. La temática, más profunda de lo que podemos llegar a creer, nos enseña con la ingenuidad del personaje central, los golpes, quemaduras y la incertidumbre de esa etapa de descubrimientos. La tríada, esa Tríada con mayúsculas, de la sexualidad, la familia y la religión engrandecen la visión del guión, que empatiza, con ironía y locuacidad al espectador, solucionándolo con práctica, resignación y rendición.