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España España · Granada
Voto de Kikivall:
8
Comedia. Drama En 1968, casi 200 costureras de la planta Ford de Dagenham, en Londres, organizaron una huelga para reivindicar la igualdad de salarios con respecto a los hombres. Lideradas por Rita (Sally Hawkins) acaban consiguiendo la aprobación de la Equal Pay Act. (FILMAFFINITY)
9 de noviembre de 2014
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta película cuenta un episodio en la vida laboral británica en 1968, cuando 187 mujeres trabajadoras de la planta Ford de la localidad de Dagenham (Inglaterra) en las riveras del río Támesis, organizaron una sonada huelga en protesta por la discriminación de género con relación al salario que percibían las mujeres por comparación con los hombres, y exigiendo un salario equiparable al de ellos. Esta huelga paralizó la planta de producción de Ford y finalmente ganaron las mujeres, aunque no con total igualdad de pagos.

Estamos en 1968, una época muy diferente a los tiempos que corren, aunque aún siguen existiendo desigualdades de género. Pero en ese entonces, las mujeres estaban clasificadas como Grado “A” ó de ‘Habilidades Mínimas” (trabajo que requería un mínimo de habilidad y con un salario sustancialmente menor al de los varones); tampoco podían las mujeres desempeñar labores calificadas como grado “B” (los menos capacitados); y menos aún grado “C” (los que contaban con destrezas más especializadas, reservadas para los hombres). Y esto implicaba que se asumía tácitamente que las mujeres estaban incapacitadas para realizar esas tareas, simplemente por el hecho de ser mujeres: “¡demasiado!” Dirán algunos; pero eso era lo que había entonces y a eso se refiere la película.

Pues bien, esta es la historia que narra esta película dirigida con maestría por un Nigel Cole que tras algún tiempo en los EE.UU. decidió volverá Inglaterra para rodar esta cinta que podíamos calificar de drama social. El film tiene un excelente guión de Billy Ivory, un guión desvergonzado en el mejor sentido de la palabra, como no puede ser menos cuando quiere contar cómo 187 mujeres se ponen por montera a toda la industria norteamericana del automóvil y lo que es más duro, enfrentarse a un mundo de hombres que en número de más de cincuenta mil, veían peligrar sus puestos de trabajo por esta insistencia y desparpajo de las chicas frente al mundo. La película no deja de lado las actuaciones políticas en la sombra, las presiones de los norteamericanos sobre el Primer ministro británico, la cobardía y el interés personal de los líderes sindicales, la torpeza de los funcionarios principales del gobierno, y la valentía de la ministra de trabajo en el gobierno, a la sazón Barbara Castle, una mujer al parecer fuerte e inteligente, que finalmente decide reunirse con las mujeres trabajadoras.

En cuanto al reparto merece un punto y aparte la interpretación de una genial Sally Hawkins, actriz reconocida, quien prácticamente se hace con las riendas de la película y la lleva en volandas. Una mujer menuda pero que sintoniza, que comunica en cada gesto y hace muy pero que muy creíble su papel de mujer batalladora. Creo que no se hizo justicia con la interpretación de la Hawkins en esta película en el plano del reconocimiento en ese año de 2010, una actriz que no te das cuenta que está en la película porque en la cinta ella es Rita y solo Rita, tal es su identificación con el personaje de la obrera luchadora. La Hawkins no tiene escenas de lucimiento, dada la naturaleza coral del film, pero ella se impone con su naturalidad, haciendo creíble la vida de una inglesa trabajadora, residente en un barrio obrero gris y con una vida poco halagüeña. Pero por supuesto, el resto de actores y actrices hacen, como apuntaba, un coro interpretativo muy meritorio; así, Bob Hoskins, MirandaRichardson (nominada en los Premios Bafta), Geraldine James, Rosamund Pike, Andrea Riseborough, Daniel Mays, Jaime Winstone o Kenneth Cranhan por no mencionarlos a todos. Pero siempre digo que el cine británico está sobrado de nivel actoral, tal el caso de esta obra.

En definitiva, una emotiva recreación de la historia de las reivindicaciones de la mujer, un testimonio de la lucha testaruda e insistente de las mujeres, que muestra cómo de forma sencilla, con pequeñas-grandes luchas, el mundo ha cambiado mucho en pocas décadas. Quizá se echa en falta algo más de causticidad, de agresividad, de lucha encarnizada; pero bueno, eso lo perdono en aras al resultado que cuenta de manera fidedigna la realidad de la historia. Al concluir, se agradece que los créditos de la película intercalen entrevistas reales con algunas de las mujeres implicadas en aquella realidad social, pues eso le da una importante porción de realidad documental a un film que ya previamente había tenido ese sesgo. Una magnífica película para recordar y reflexionar sobre el valor de aquellas mujeres que lucharon por la igualdad de derechos.
Kikivall
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