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España España · Granada
Voto de Kikivall:
7
Thriller. Bélico. Drama Año 1942: El tercer Reich está en su máximo apogeo. La resistencia checa en Londres decide planear una de las operaciones más ambiciosas de la Segunda Guerra Mundial: Antropoide. Dos jóvenes reclutas, Jozef Gabcik (Jack Reynor) y Jan Kubis (Jack O’Connell) son enviados a Praga para intentar asesinar al líder nazi más cruel, Reinhard Heydrich (Jason Clarke), jefe de las temidas SS, la Gestapo y artífice de la “Solución Final”. (FILMAFFINITY) [+]
17 de abril de 2018
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
La película arranca en los finales de los años treinta, con un oficial de la marina alemana expulsado del ejército por "conducta impropia”, que luego será captado por la SS alemana y sería llamado “El carnicero de Praga”.

El guion de Audrey Diwan, David Farr y Cédric Jimenez es una adaptación de la novela de Laurent Binet, “HHhH”, novela de curioso título que es el acrónimo de “Himmlers Hirn heisst Heydrich” -“El cerebro de Himmler se llama Heydrich”, que obtuvo en 2016 el Premio Goncourt a la mejor primera novela. Un texto basado en hechos reales y una especie de biografía sobre Reinhard Heydrich, el malévolo SS impulsor de la denominada “Solución final”, el plan para exterminar a los judíos durante la II Guerra Mundial.

Con estos ingredientes, su director Cédric Jimenez logra en la primera mitad captar la esencialidad, de la parafernalia nazi. Y en la segunda mitad, la cámara se centra en un comando que pretende matar al criminal nazi.

Meritoria y poderosa música de Guillaume Roussel que arropa muy bien el drama y una genial, esplendente y potente fotografía de Laurent Tangy.

En el reparto destaca un Jason Clarke de mentón mussoliniano, que interpreta al jefe de las SS con fuerza y enorme furor, transmitiendo bien su talante frío e implacable; las escenas en las que aparece Clarke se elevan sobre las demás. Rosamund Pike hace un gran trabajo en el personaje de esposa del malvado Heidrych, que oscila entre la firmeza a la flaqueza con gran vis dramática. Jack O´Connell y Jack Reynor, los valientes de la resistencia pasan el corte, pero desde mi modo de ver no aprovechan la ocasión para el lucimiento.

Lo que se nos ofrece en el film es una aproximación al retrato del tristemente recordado Reinhard Heidrych, sus obsesiones y crueldades, con un superficial intento de estudio de su personalidad diabólica que no acaba de cuajar.

Ni la dirección ni el guión aciertan a auscultar con un mínimo de profundidad y capacidad de análisis serio, el “carácter maligno”, del “carnicero de Praga”, pretendiendo la película dar una versión simple y falsa del asunto, pues que nadie se hace tan perverso y diabólico simplemente por un lío de honor espoleado por una dama metida en el partido nazi. Esto es una banalidad y más le habría convenido al director y a los guionistas leerse la muy interesante obra de Erich Fomm de título “Anatomía de la destructividad humana”, obra que analiza el impulso destructor del hombre desde diferentes ópticas.

Pero dejando de lado estos reparos, se puede considerar este film un aceptable producto tipo hollywoodiense, con gran fuerza visual, y un Jimenez que, digamos, puede compensar en parte las deficiencias estructurales de la cinta, con su ímpetu y gran interés en la dirección.
Kikivall
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