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España España · Granada
Voto de Kikivall:
7
Drama Teresa espera paciente la llegada del Inquisidor para ser juzgada. De su visita y de sus palabras dependerá su futuro: libertad, cárcel o la hoguera. Adaptación de la obra de teatro “La lengua en pedazos” de Juan Mayorga, basada en la figura de Santa Teresa de Jesús, también conocida como “Santa Teresa de Ávila”.
28 de abril de 2024
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Comienza esta cinta de Paula Ortiz con imágenes de la santa de Ávila en su infancia con pájaros, agua, luz, comienzo naturalista donde están los sueños de Teresa en su niñez y en su adolescencia, cuando aparece el conocimiento del cuerpo, de la sensualidad, también la enfermedad y la resurrección, la joven Teresa interpretada por Greta Fernández.

Pero están también las pruebas, cuánto ha de pasar la santa para mantener su lugar del “vivir sin vivir en mi”, de aquella que espera tan alta vida: “que muero porque no muero”. Una Teresa que espera cargada de paciencia, puesta la mirada en Cristo, al inquisidor.

Sabe la santa que, de esa visita, de la actitud, del testimonio y de las palabras del inquisidor dependerá su futuro. Un futuro que ella anhela sirva para seguir gozando de un espacio interior de recogimiento, de un espacio físico acorde para continuar su vida de oración y libertad. El filme es adaptación de la obra de teatro La lengua en pedazos de Juan Mayorga, obra basada en el Libro de la Vida, de Teresa de Jesús.

La directora Paula Ortiz lleva a buen término una empresa arriesgada no apta para cualquier público, un filme tan elevado en lo espiritual, como bello en lo cinematográfico. Está conducido por un guion de la propia Ortiz junto a Javier García Arredondo, adaptando la obra teatral de Mayorga, obra que le valió al dramaturgo el Premio Nacional de Literatura Dramática.

La acción se desenvuelve en la cocina del convento de San José, primera de las fundaciones de Teresa. Mayorga explica: “Un ser a contracorriente en nuestro propio tiempo, por eso resulta tan fascinante: porque, al tiempo que nos atrae, nos es extraña. (…) Y asombra una palabra tan violentamente hermosa cuando habla de su cuerpo herido como cuando pinta ángeles o infiernos”.

En esa cocina se produce un choque de titanes, el combate de la mujer reformadora, con un hombre de Iglesia en el más estricto y severo sentido. Es el Inquisidor, que tiene el propósito de clausurar el convento de San José y para que Teresa regrese a la ortodoxia del Carmelo.

Es un combate de fe, de integridad, un combate teológico, también político y personal. Teresa enfrenta con su fe y sus sólidas convicciones y experiencias místicas, los argumentos y amenazas del Inquisidor. Afirma que Dios se le aparece y le habla. Su contraparte hace por desacreditar esas visiones como productos ilusorios.

Teresa propone dudar, pues al prójimo hay que persuadirlo desde la propia naturaleza humana que es por definición insegura. No pretende imponerse, sino volcar su humanidad para darse a buenas al otro.

Teresa explica que se fue al convento por ser este un espacio sin jerarquías, donde nadie trabaja para nadie y todo es de todas. Así es como la mística consigue que las hermanas de su convento sean unas mujeres unidas, incluso contra el patriarcado del Vaticano. El Inquisidor ve que esa mujer, aunque dubitativa, tiene enorme talla y fuerza, y acusa a la santa de haber lanzado una guerra contra el mundo.

El reparto es de auténtico lujo, con una Blanca Portillo inconmensurable que encarna a la religiosa, la literata y la mística que fue Teresa de Ávila; Asier Etxeandea sensacional como un inquisidor nada tópico, que no odia a Teresa, solo sospecha de ella y anhela cambiarla. Acompañando Greta Fernández (Teresa niña), Ainet Jounou, Cosuelo Trujillo o Uko Olazabal.

Tiene una intensa música de Juamma Latorre que llena el convento y la pantalla de notas que suben y ascienden. Una fotografía apagada pero emocionante de Rafael García, mueve los cimientos de la fe y la alegría de una santa que además fue sabia y grande en lo intelectual y en lo literario.

Tenemos, que tanto el teatro de Mayorga, como el cine de Paula Ortiz, tienen dos ideas comunes, y en torno a ellas han ido configurando sus lineamientos artísticos y sus carreras: el encuentro con el otro y la relación del pasado y el presente.

Ortiz se afirma en el artificio. Su objetivo es explorar una figura inasible, prácticamente incognoscible, si no es con los ojos de la fe. Palabra recitada. Buscando lo excelso y elevado en el montaje, el sonido, las visiones poéticas, los estudiados planos buscando lo excelso. Un imaginario de lo sagrado. Sirve todo para envolver en elementos propiamente cinematográficos un texto austero regado por la poética de Ortiz, una poesía penetrante y vehemente.

Nos muestra Paula Ortiz Paula Ortiz visiones del mundo y de la vida en el siglo XVI, que aún hoy perduran. Frente a las afirmaciones apodícticas y dogmas, la duda, la apertura de otras opciones y alternativas. Además, en la fragilidad que acompaña a la duda, está la fuerza de una mujer que extrajo del encierro y la clausura una defensa para las mujeres. Sus votos no eran dóciles, eran oposición frente al matrimonio y la prevalencia del hombre.

Hay precisión en los encuadres, en los cambios de clima, en las secuencias, una cámara atenta a la interpretación, al gesto, a la insinuación, un trabajo fino cinematográficamente hablando.

Pero quizá, por un exceso de figuras, símbolos y retórica Teresa pierde filo e incluso santidad por momentos duro duelo dialéctico con el inquisidor, duelo que en más de una ocasión se enroca y se enrosca en posiciones poco esperadas para una figura como la de Teresa de Ávila. Una pugna excesiva a veces.

Por eso, desde mi manera de ver, el filme, al que cabe ensalzarlo por las razones expuestas y porque, sin más, es una película muy interesante, sorprende un tanto en su intensidad y enfrentamiento, lo cual no condice con la poética de Santa Teresa, con su vida mística, con su existencia de riesgo espiritual, de valentía y de figura cimera en lo intelectual.

Recuerdo aquí que fue el 27 de septiembre de 1970, cuando el Papa Pablo VI nombró a Santa Teresa de Jesús como la primera mujer Doctora de la Iglesia.

Publicado en Encadenados: https://encadenados.org/criticas/teresa-2/
Kikivall
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