Lo que más me gusta de Los Simpson es que, aparentemente, es una serie para todos los públicos y los niños la pueden ver tranquilamente, pero también hay muchas críticas a la sociedad que no van dirigidas precisamente a niños, por lo que logra captar a todo tipo de público y no resulta aburrida para nadie. Esto se demostró excelentemente durante las primeras temporadas, con episodios buenísimos y muchas veces ingeniosos. A partir de la décima temporada, la serie empezó a perder esa chispa, pero aún enganchaba. Pero a partir de la temporada 18, Los Simpson ya nunca más volvieron a ser lo que fueron. Ahora les falta originalidad. Lo único que hacen es meter cameos de famosos, el humor y las críticas son tan simples y directas que no hacen gracia y cada temporada es peor que la anterior. Y es decepcionante que una serie tan buena ahora se haya convertido en semejante mierda. Es mi serie favorita desde que era pequeña, por lo que no puedo darle otra nota que no sea un 10, pero si de las últimas temporadas dependiera, le pondría un cinco como mucho.