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Voto de Ghibliano:
8
Drama Un ingeniero moscovita se encuentra atrapado en una remota ciudad que aún conserva una exposición de Stalin en su museo local. (FILMAFFINITY)
9 de octubre de 2021
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Ciudad cero", de Karen Shakhnazarov es una comedia absurda en la que, a través del viaje de Aleksei, un ingeniero que se ve atrapado en un extraño pueblo tras ser testigo de un supuesto suicidio, conocemos un catálogo de personajes que viven en un entorno surrealista, falseando y proclamando ficciones propagandistas. En poco tiempo el suceso se convierte en carnaza para todo el pueblo, que trata de elevarlo a símbolo de su identidad cultural, y para ello atrapa al protagonista en una espiral de fabulaciones de la que no puede salir, en la que debe interpretar un papel como el hijo del fallecido para contentar a todos.

El humor de la cinta, plenamente dependiente del enfoque protagonista, es característicamente seco y de expresión contenida. Aleksei, un hombre de escasa iniciativa, se encuentra en primer lugar con un absurdo que le perturba y al que trata de encontrar una explicación plausible mientras éste continúa sucediendo a su alrededor. Pero su insistencia se apaga poco a poco, viendo que no llega a ningún lado. Harto de rebelarse y no entender, acaba por convertirse en un sujeto pasivo, un personaje gris y mediocre manejado por las circunstancias, transformando también, a través de la estupenda interpretación de Leonid Filatov, el tono divertido y chocante de la cinta a una deriva más bien dramática y kafkiana.

Pero "Ciudad cero" no es solamente un notable in crescendo de absurdo que se siente cada vez más alienante y gris, es también una película enmarcada en un contexto claro que marca su discurso y la manera de mostrarlo. Estrenada durante los últimos años de la Unión Soviética, ya en pleno gobierno de Gorbachov, el estado de ánimo de la cinta refleja muy bien ese espíritu decadente de un régimen destinado a terminar, que se mantiene vivo a fuerza de costumbre y dogmatismo ideológico, pero que está dando sus últimos coletazos. Frente a la convicción por la causa política y social, la película se insufla de un autoconvencimiento fabulador, necesario de prestigio y de falsos símbolos para seguir funcionando. Como el milenario árbol que protagoniza una de las escenas, el sistema se encuentra muerto y podrido desde hace tiempo, y dispuesto a ser desmantelado por los mismos que dicen defenderlo. La progresiva deshumanización del protagonista, que le lleva a dejar de luchar contra todo eso pese a que lo sabe falso y ridículo, simplemente por el hastío y la necesidad de pertenencia, es también reflejo de la alienación individual generada por el sistema a fuerza de costumbre, cuando éste ya ha perdido por completo su empuje y capacidad para inspirar compromiso.

Probablemente el propósito de Shakhnazarov con esta película sea criticar el régimen desde la base ideológica del comunismo, aprovechando la inminencia de su fin. Yo personalmente no lo creo, más bien diría que es un canto nostálgico y desesperanzado por unos valores ya desaparecidos o a punto de desaparecer, que únicamente pueden mantenerse en el tiempo como una performance en la que se ha perdido desde hace tiempo todo aquello que los hacía reales. En todo caso, sea cual sea el objetivo final de esta sátira, no le quita ni un ápice de su fuerza como distopía, que desde su perspectiva absurdista construye un orden social vacío de contenido, el cual trata de mantenerse vivo perpetuando sus propios relatos. Y en ese sentido "Ciudad cero" cumple con creces como una experiencia fría y distante, en la que lo chocante deja de serlo para transformarse en un puro síntoma de que algo está alargándose ya demasiado tiempo y ya no queda nada de lo que pudo haber en su momento.


Texto escrito para Cine Maldito.
Ghibliano
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