Porque una vez más está espléndida. Concretamente aquí se la ve llena de energía, y su característico tono de voz, dulce pero a la vez cortante y repleto de convicción da vida a un personaje que no tiene reparos en utilizar prácticas amorales con tal de conseguir sus objetivos. Aunque el gran Eduard Fernández no se queda atrás, y a pesar de empezar discreto es el más risas termina causando. Pero a pesar de ser distraída, esta película patina y es muy irregular. Por ejemplo, no me gusta su cierre en farsa, y si la dividimos en tres actos, el primero es decente, el segundo incoherente y pasado de rosca, notas que pierdes interés por la película, y la media hora final sí que remonta. Lo que más me extraña es la falta de sentido para muchos de los presentes en seguir con el engaño, la sombra de una presunta motivación inicial se ve empapada de un absurdo irremediable.

Lo mejor: el baile de Belén Rueda con Diego Peretti, sensual y con mucha química entre ambos. Con razón le dice María Pujalte a Eduard Fernández, "tu mujer le gusta más que la niña" (en referencia a Patricia Montero la cual no paraba de acosarle todo el rato). Normal, a mí me pasa lo mismo.