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España España · Málaga
Voto de Kaori:
4
Animación. Comedia. Infantil Ferdinand es un novillo muy tranquilo que prefiere sentarse bajo un árbol a oler las flores que saltar, resoplar y embestirse con otros toros. A medida que va creciendo y haciéndose fuerte, su temperamento no cambia y sigue siendo un toro manso. Un día, unos hombres vienen buscando al toro más grande, rápido y bravo... y Ferdinand es elegido equivocadamente para las corridas de toros de Madrid.
13 de marzo de 2021
1 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Yo confundida, pensando que «Ferdinand» era una película española y resulta que no, que es norteamericana y que se basa en un relato infantil de Munro Leaf. Ahora lo llamarían eso que no entiendo muy bien, y que aseguran que es algo muy malo, de apropiación cultural, pero es un tema que ahora mismo no me interesa.

El mundo del toreo crea polémica y me resulta bastante curioso que un extranjero haya utilizado esa temática para hacer este alegato de un pacifismo insultante. Con la excusa de que es para niños, crean una historia blanducha, descuidada, muy folclórica, con la que han perdido la oportunidad de hacer una película de calado. El engaño que supone el conflicto no puede pasar desapercibido: o luchas o mueres, viene a decir, lo cual es cierto; pero, claro, en este mundo de colores hay una tercera opción: luchas, muere o… ¡te salvan!

Es que así cualquiera, oye. Si todo problema de la vida, tensión o conflicto, se despacha de esta forma, qué bonito todo, qué fácil. Tienes que aprobar un examen: estudias y apruebas, no estudias y suspendes; ¡no estudias y apruebas! Pues aquí igual. Esa realidad del toro bravo que solo en la batalla puede alcanzar la gloria, lo que puede servir como metáfora de casi todo, se soluciona de la manera más chusca, más reduccionista, más falsa. Los dilemas morales son importantes porque precisamente te obligan a elegir una moral, una actitud, una responsabilidad, y asumir consecuencias. En «Ferdinand» existe el dilema de pelear para salvarse o morir en el matadero si renuncias a la lucha, y es sobre estas dos dicotomías que hay que construir un mensaje y una propuesta, porque las terceras vías son parches, ridiculeces; ya ves, toros como mascotas… pero ¡por favor! Eso no soluciona el problema en lo absoluto porque habrá otras tantas dehesas con otros tantos toros que se enfrentan a esa situación.

En esta línea, siguen las falacias, las trampas del pacifismo: yo no quiero pelear, soy muy pacífico, no quiero hacer daño a nadie, pero mira por dónde que soy el más fuerte, el más valiente, el más capaz, el que le gano a todos. Cómo se puede ser tan cobarde en las ideas: si eres pacifista, selo con todas las consecuencias y pierde en la batalla y muere si es menester. Sed consecuentes, resolved los dilemas de forma realista, no saliendo por la tangente y fantaseando de lo lindo.

Mensajes aparte, la película a los niños les gustará, imagino, y de hecho no aburre.
Kaori
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