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España España · Málaga
Voto de Kaori:
5
Drama Una historia de esperanza y humanidad, de miseria y supervivencia, que explora las fuertes sensaciones emocionales y físicas de tres personajes: Paul (Sean Penn), Gato (Benicio Del Toro), y Cristina (Naomi Watts) unidos por un accidente inesperado que hace que sus vidas y destinos se crucen, en una historia que los lleva al amor y la venganza. 21 gramos hace referencia al peso que perdemos cuando morimos, el peso llevado por los que sobrevivan. (FILMAFFINITY) [+]
4 de junio de 2016
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una de esas pocas películas que a veces alguien te recomienda, «21 gramos» estaba entre mis pendientes desde hacía tiempo. El tiempo ha llegado.

La vida sigue, parece ser el mensaje de González Iñárritu, y quema la cruz tatuada en la piel para matar a Dios por su «traición» al permitir el mal en el mundo y nuestros propios errores o accidentes. ¿Es esta su tesis? No lo sé, parece más interesado en el dramón lacrimógeno y el montaje descompuesto que no aporta nada excepto cansancio. La vida sigue, con Dios o sin Dios, nos dicen. Y se les olvida algo de capital importancia: que la cruz no la llevamos solo tatuada en la piel, sino en el alma. No quiero que esto suene a discursito evangelizador, porque ni mucho menos es mi intención, pero sí quiero plantear una idea: el mero concepto de culpa o perdón entronca directamente con una visión concreta sobre el bien y mal. La creencia en una superioridad divina no es una tontería que se le ocurrió a un individuo porque sí; no es una creencia para bobos, extraviados y oprimidos; la religión no es un cuento chino para hacer bonito y engañar a la gente, sin ningún otro sentido ni finalidad. La religión, y en este caso concreto el catolicismo, es una propuesta global que asienta los cimientos sobre los que construir la moral del ser humano. De eso no podemos desprendernos con la facilidad con la que borramos un tatuaje superfluo.

Sea como sea, lo que nos cuenta «21 gramos» es una historia, a fin de cuentas, muy simple. De nuevo más es menos. Mostrar pena y dolor a través de rostros compungidos, lágrimas, drogas y palabrotas es lo fácil. Lo difícil es plasmar las heridas, el tormento y los infiernos personales con la contundencia de una sola mirada, con algo más aparte de lo obvio. Los intérpretes están muy bien, es un trío protagonista impactante. Benicio Del Toro en particular tiene el personaje de mayor calado.

Arriesgada en la forma, convencional en el contenido.
Kaori
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