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Voto de TXEMAZIUS:
7
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2020 ![Estados Unidos](/imgs/countries2/US.png)
![Estados Unidos](/imgs/countries2/US.png)
Carlton Cuse (Creador), Meredith Averill (Creadora) ...
6,2
4.324
Serie de TV. Fantástico. Terror. Drama
Series de TV (2020-2022). 3 temporadas. 28 episodios. Después de la muerte de su padre, los hijos de Locke regresan a su casa ancestral en Nueva Inglaterra para descubrir que están rodeados de magia, que sólo ellos pueden ver y contra la que están destinados a pelear para terminar con los horrores que pueblan la ciudad de Lovecraft, Massachusetts. (FILMAFFINITY)
18 de mayo de 2024
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Hacía tiempo que quería sumergirme en el universo de Locke and Key, aunque sabía que la serie había sido ya cancelada. Quería verla especialmente, porque en el reparto figuraba una actriz por la que siento devoción. Esa actriz, británica por cierto, es Emilia Jones. Me hice fan absoluto de ella, desde que vi la estupenda "Ghostland".
El hecho de que una chica tan joven, se pusiese a las órdenes de Pascal Laugier (El martirizador), y más, a sabiendas de que una preciosidad de cara como la de Emilia, iba a ser cruelmente maltratada y convertida en un auténtico mapa, habla mucho y bien de la personalidad de Emilia Jones. Lo digo sin desmerecer en absoluto a Taylor Hickson, hermana y compañera de martirio de Emilia Jones en "Ghostland".
Dicho esto, sinceramente, no considero que Locke and Key fuera una mala serie, sino todo lo contrario, incluso diría que fue, en su conjunto, muy notable . Un relato fantástico que se muestra amable, concebido para ser consumido en familia, en el que cabe todo el mundo. Niños, adolescentes, adultos y, si fuera menester, incluso la mascota.
Un relato fantástico que, de alguna manera, recupera aquellos relatos juveniles de los años ochenta. Una historia super atractiva, fantasía aderezada con mucha intriga y misterio. Sobre una familia con mucho arraigo, los cuales poseen unas herramientas con poderes mágicos, capaces de servir al bien pero, muy codiciadas, como no podía ser de otra forma, por el lado oscuro.
La serie tiene sus altibajos, evidentemente, pero es un relato amable en todos los sentidos. Hay partes de violencia, pero nunca es gratuita, así como la sangre o el ensañamiento, el sexo explícito y gratuito, tampoco forma parte de la historia. En realidad, el relato más bien, se hace fuerte en los vínculos familiares, el amor, el cariño, la lealtad y la amistad.
Aunque contiene cierta esencia, clásica por otra parte, de instituto adolescente, de historias adolescentes, no es grosera como acostumbran otros relatos. La realidad es que, en el conjunto de la aventura, los adultos son tan importantes y determinantes como los adolescentes.
Una primera temporada que a mí personalmente me encantó. La segunda, aunque menos, me pareció casi igual de buena. En la tercera, quizás, comienzan a aparecer los primeros síntomas de desgaste. Donde el guion parece perder solidez, contagiando a los personajes, los cuales, parecen ir perdiendo credibilidad en el proyecto. Aún así, se dan buenos momentos, brillantes incluso, más, si a la trama se le adhiere un villano con todas las de la ley, como es, el actor canadiense Kevin Duran (El malvado Capitán británico Frederick Gideon).
A mí me ha encantado en su conjunto. Es posible que a algunas personas se les haya hecho insufrible. Los personajes, por momentos, pueden resultar desesperantes, y objetivamente lo son aunque, yo personalmente, he preferido enfocarlo todo de otra manera.
Una de las mayores virtudes, en mí opinión, de Locke and Key, es que el panfleto woke es prácticamente inexistente (Gracias Netflix, aunque sea por una vez) y si lo hay, es inapreciable e irrelevante.
Bien, muy bien. La serie no es redonda, evidentemente, flojea algo en la tercera temporada especialmente, pero es una buena historia de misterio, intriga, y fantasía, con la que yo he disfrutado mucho.
Una serie más que digna, que finalmente fue cancelada. Quizás lo mejor que le pudo pasar, hubiese terminado, tarde o temprano, degenerando y arrastrándose a sí misma.
El hecho de que una chica tan joven, se pusiese a las órdenes de Pascal Laugier (El martirizador), y más, a sabiendas de que una preciosidad de cara como la de Emilia, iba a ser cruelmente maltratada y convertida en un auténtico mapa, habla mucho y bien de la personalidad de Emilia Jones. Lo digo sin desmerecer en absoluto a Taylor Hickson, hermana y compañera de martirio de Emilia Jones en "Ghostland".
Dicho esto, sinceramente, no considero que Locke and Key fuera una mala serie, sino todo lo contrario, incluso diría que fue, en su conjunto, muy notable . Un relato fantástico que se muestra amable, concebido para ser consumido en familia, en el que cabe todo el mundo. Niños, adolescentes, adultos y, si fuera menester, incluso la mascota.
Un relato fantástico que, de alguna manera, recupera aquellos relatos juveniles de los años ochenta. Una historia super atractiva, fantasía aderezada con mucha intriga y misterio. Sobre una familia con mucho arraigo, los cuales poseen unas herramientas con poderes mágicos, capaces de servir al bien pero, muy codiciadas, como no podía ser de otra forma, por el lado oscuro.
La serie tiene sus altibajos, evidentemente, pero es un relato amable en todos los sentidos. Hay partes de violencia, pero nunca es gratuita, así como la sangre o el ensañamiento, el sexo explícito y gratuito, tampoco forma parte de la historia. En realidad, el relato más bien, se hace fuerte en los vínculos familiares, el amor, el cariño, la lealtad y la amistad.
Aunque contiene cierta esencia, clásica por otra parte, de instituto adolescente, de historias adolescentes, no es grosera como acostumbran otros relatos. La realidad es que, en el conjunto de la aventura, los adultos son tan importantes y determinantes como los adolescentes.
Una primera temporada que a mí personalmente me encantó. La segunda, aunque menos, me pareció casi igual de buena. En la tercera, quizás, comienzan a aparecer los primeros síntomas de desgaste. Donde el guion parece perder solidez, contagiando a los personajes, los cuales, parecen ir perdiendo credibilidad en el proyecto. Aún así, se dan buenos momentos, brillantes incluso, más, si a la trama se le adhiere un villano con todas las de la ley, como es, el actor canadiense Kevin Duran (El malvado Capitán británico Frederick Gideon).
A mí me ha encantado en su conjunto. Es posible que a algunas personas se les haya hecho insufrible. Los personajes, por momentos, pueden resultar desesperantes, y objetivamente lo son aunque, yo personalmente, he preferido enfocarlo todo de otra manera.
Una de las mayores virtudes, en mí opinión, de Locke and Key, es que el panfleto woke es prácticamente inexistente (Gracias Netflix, aunque sea por una vez) y si lo hay, es inapreciable e irrelevante.
Bien, muy bien. La serie no es redonda, evidentemente, flojea algo en la tercera temporada especialmente, pero es una buena historia de misterio, intriga, y fantasía, con la que yo he disfrutado mucho.
Una serie más que digna, que finalmente fue cancelada. Quizás lo mejor que le pudo pasar, hubiese terminado, tarde o temprano, degenerando y arrastrándose a sí misma.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
SPOILER:
Lo cierto es que si uno analiza detenidamente, bueno... sin ser tan detenidamente, ya que todo es bastante explícito. A pesar de toda la leyenda y del legado de la familia Locke, los inquilinos de Key House, en realidad, son unos anti héroes.
No hacen una derecha, cualquier plan, cualquier estrategia, que nuestros chicos pongan en marcha, el resultado es un completo desastre. Incluido el personaje de mi querida Emilia Jones (Kinsey Locke), la pobre chica es incapaz de hacer dos cosas bien seguidas. Merece una mención aparte Bode Locke (Jackson Robert Scott), un completo desastre, con el añadido del riesgo que supone para tus oídos. El timbre de su voz, hace que tengas la sensación de que tus tímpanos pueden reventar.
Entiendo que a mucha gente, estos personajes, les hayan podido producir urticaria. A mí personalmente me han divertido, a pesar de los comienzos en los que piensas a viva voz - "Éstos chavales, como mínimo, son idiotas". Escapan, de alguna forma, del cliché de personajes juveniles "Smart ass", genios, super inteligentes, super perfectos, a la vez que repulsivos, de muchas otras producciones.
Por otra parte, me gusta el tratamiento que se da en lo referente al personaje de Nina Locke (Darby Satnchfield). Una madre alcohólica que, a pesar de su empeño en mantenerse sobria, los fantasmas del pasado en forma de recuerdos ingratos, nunca la abandonan. Sutilmente tratado, sin excesivo dramatismo, pero dejan su huella en el relato advirtiendo a las personas (Como es mi experiencia personal), que con el alcohol hay que estar siempre alerta.
Son los capítulos 1 de la segunda temporada y 2 de la tercera, cuando Locke and Key rinde su tributo al LGTBI. Con el tío Duncan Locke (Aaron Ashmore), anunciando su compromiso y posterior boda, con su novio. Todo ello narrado con bastante naturalidad, lo cual es de agradecer.
Lo cierto es que si uno analiza detenidamente, bueno... sin ser tan detenidamente, ya que todo es bastante explícito. A pesar de toda la leyenda y del legado de la familia Locke, los inquilinos de Key House, en realidad, son unos anti héroes.
No hacen una derecha, cualquier plan, cualquier estrategia, que nuestros chicos pongan en marcha, el resultado es un completo desastre. Incluido el personaje de mi querida Emilia Jones (Kinsey Locke), la pobre chica es incapaz de hacer dos cosas bien seguidas. Merece una mención aparte Bode Locke (Jackson Robert Scott), un completo desastre, con el añadido del riesgo que supone para tus oídos. El timbre de su voz, hace que tengas la sensación de que tus tímpanos pueden reventar.
Entiendo que a mucha gente, estos personajes, les hayan podido producir urticaria. A mí personalmente me han divertido, a pesar de los comienzos en los que piensas a viva voz - "Éstos chavales, como mínimo, son idiotas". Escapan, de alguna forma, del cliché de personajes juveniles "Smart ass", genios, super inteligentes, super perfectos, a la vez que repulsivos, de muchas otras producciones.
Por otra parte, me gusta el tratamiento que se da en lo referente al personaje de Nina Locke (Darby Satnchfield). Una madre alcohólica que, a pesar de su empeño en mantenerse sobria, los fantasmas del pasado en forma de recuerdos ingratos, nunca la abandonan. Sutilmente tratado, sin excesivo dramatismo, pero dejan su huella en el relato advirtiendo a las personas (Como es mi experiencia personal), que con el alcohol hay que estar siempre alerta.
Son los capítulos 1 de la segunda temporada y 2 de la tercera, cuando Locke and Key rinde su tributo al LGTBI. Con el tío Duncan Locke (Aaron Ashmore), anunciando su compromiso y posterior boda, con su novio. Todo ello narrado con bastante naturalidad, lo cual es de agradecer.