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España España · Honor al Sabadell!
Voto de Grandine:
4
Comedia. Terror. Drama. Ciencia ficción Surgido de una serie de cortometrajes, Ghost vs. Alien llega a la gran pantalla como un largometraje de dos partes dirigidas por separado por Shimizu y su colega Keisuke Toyoshima. Sin relación entre sí, ambas tienen una meta común: juntar al alimón fantasmas y extraterrestres en un puro delirio, referencial y absurdista, que incluye espectros neonazis, yakuzas zombis y alienígenas chuponas. (extraído de CinemaSitges.com). (FILMAFFINITY) [+]
21 de octubre de 2008
15 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
Estética rácana, casi de serie Z, disparatados momentos y unos efectos especiales inexistentes. "Ghost vs. Alien" arranca como una fresca bocanada de aire en clave de humor, y se mantiene sorprendentemente durante los minutos que dura su primer medio dando uso a prótesis en forma de mano, gags de lo más delirantes y absurdos, así como diálogos que recurren a todo tipo de homenajes, parodias y demás para intentar que la meta principal de la cinta funcione.
Lo más sorprendente, es como Toyoshima, responsable de este mediometraje de apertura, explota al máximo las virtudes de un humor surrealista y con ese descacharrante enfrentamiento entre aliens y fantasmas, da pie a una primera mitad que resulta ser tan antológica como parecía, de esas de reírse sin prejuicios, dejar atrás sus evidentes falencias y entrar en el juego propuesto con gran pericia por el realizador.

Acto seguido, llega lo más esperado: La porción urdida por Shimizu, aquel que fuese precursor (con su "Ju-on") y estandarte del J-Horror durante años, era quien mejor lo tenía para parodiar aquello de lo que tantos años abusó, sin embargo, opta más bien por escoger una historia que, dentro de unos parámetros actuales, nos traslada a todas las cintas de fantasmas y espectros que en los 70 ofrecieron tan buen resultado, pero fracasando estrepitosamente debido a la linealidad y a los escasos recursos para inducir las risas del respetable.
De este modo, su mediometraje va avanzando, dejando por el camino tan pocos logros que, aun y llegando a ese final con algún que otro momento ciertamente curioso, se estrella de modo definitivo quedando el resultado global de "Ghost vs. Alien" lastrado por una segunda parte sin ritmo, sin sorpresas y sin chispa, algo del todo inesperado sabiendo que quién estaba detrás del proyecto era ni más ni menos que uno de los grandes artífices de la nueva ola de terror nipón.
Tan divertida (primero), como estrepitosamente fallida (más adelante). Desaprovechada.
Grandine
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