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España España · Honor al Sabadell!
Voto de Grandine:
6
Comedia. Romance Lee Holloway (Maggie Gyllenhaal) tiene el peor de los currículum cuando decide solicitar un empleo de secretaria en el bufete de abogados de E. Edward Grey (James Spader). Basta con decir que acaba de salir de una institución psiquiátrica y que, tan sólo un día después de volver a estar con su disfuncional familia de barrio periférico, ha recaído ya en su hábito secreto e inconfesable. Pese a que nunca en su vida ha tenido trabajo, Lee ... [+]
23 de marzo de 2008
41 de 57 usuarios han encontrado esta crítica útil
A ella le va el sado, a él le van las sumisas.
Puede que muy original no resulte, aunque si fresca y curiosa, pero de una premisa tan básica como esa, Shainberg saca unos frutos notables, puesto que induce a sus protagonistas a crear una relación casi eclesiástica, donde ella peca y él purga sus pecados, pero de un modo verdaderamente único: A través de la práctica sadomasoquista.

El eje principal de "Secretary", el que en un principio hace que te intereses por esa historia, son sus dos protagonistas, puesto que tanto James Spader como Maggie Gyllenhaal reclaman tu atención, ya no con sus acciones o diálogos, sino con la expresión de sus rostros, con el pulso y el tembleque inicial necesarios como para reportar al espectador algo más que una experiencia llamativa.
Lo cierto, es que es impresionante la caracterización de un Spader, que con una de sus solas expresiones, ofrece tanto, ello por no hablar de la naturalidad y el desparpajo de los que hace gala una Maggie Gyllenhaal que por fin demuestra aquí lo que muchos veníamos pensando desde hace ya un tiempo: Que puede estar a la altura de su hermano. Y lo estará, vaya si lo estará.

Probablemente, tras ese preludio tan sugerente, la cosa pierda enteros, aunque sí, posee algunas de las secuencias más atrevidas, descaradas e impuras de cuantas servidor haya podido ver en mucho tiempo, y todo gracias a Shainberg.
Porque son secuencias que, sí, tienen una sutilidad de cero patatero, pero lo parezca o no requieren una delicadeza para rodarlas, y el tío posee esas características y más, y sorprende dando lugar a hechos de lo más inhóspitos, y haciéndolo de modo que uno quede impresionado, y no piense directamente que está ante un espectáculo grotesco.

Pero como decía, finalmente la cosa pierde enteros, precisamente cuando llega ese tramo final harto complaciente y, aunque divertido en alguna ocasión, excesivamente cómodo y poco confortable para un espectador que, quizá, tras toda esa sucesión de insolencia, esperaba otra cosa muy distinta, y por ello "Secretary" termina como un trabajo sumamente interesante, pero de aquellos que podrían haber destacado bastante más. Por desgracia, no fue así.
Grandine
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