La cabaña.
Ya que no hay Dios y la moral es al gusto de cada uno, todo está permitido. Tu voluntad no tiene límites, las reglas del juego son las que tú imaginas, todo es posible, solo depende de tu inteligencia y determinación.
Todos tenemos un doble, "La doble vida de Verónica", en algún sitio vive alguien que nos ha robado la vida, esa vida hermosa que siempre deseamos y nunca tuvimos, soñamos y nos usurparon, ese dinero, esa piscina, esa mujer, esa amante y esos hijos, esa felicidad que tanto te mereces y no te la dieron.
Delito de envidia, de admiración, de emulación, de odio, de clase, de vida, de todo.
Es una película rugosa y áspera, de un realismo recalcitrante, pero en verdad es abstracta, filosófica, puras ideas sostenidas con alambres muy finos, a punto de romperse.
Viene a hablar de lo inefable, del deseo de ser otro, de las ganas de rendirse, de la necesidad de asesinar el reflejo que el espejo te devuelve; es una enmienda a la totalidad, es una denuncia del frío universo, es un grito clamoroso/estrepitoso, sordo, desesperado, de un buen hombre, el hombre medio absoluto, sin atributos, que se queda sin nada y odia todo.
Es una película metafísica, Redford es Dafoe y al revés, todo lo demás es un trampantojo y además los dos no son nada, no existen, son ideas pululando por el éter, platónicas, eternas, preexistentes, plotinianas.
Y Mirren y los hijos y la Policía y toda esa rutinaria y convencional ristra de morralla, trama con la amante también presente, todo eso es intrascendente, excusa, aire, vaho, humo. La excusa necesaria para que te den el dinero, presupuesto, el guion, el rodaje, todo eso.
No acaba de funcionar ni mucho menos, es una especie de rompecabezas irregular y aburrido en el que las piezas están desordenadas, mal puestas, en el que la mezcla de la narración y la reflexión no cuaja. Está todo como alicaído, arrugado, desangelado, mal acabado.
Bien el trío de actores, el muy superior Dafoe, sobre todo, Mirren siempre atractiva y lista, fría y sobria, y el inteligente Redford, más limitado pero sabelotodo, que aquí hace un personaje que trata de ser más complejo.