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Voto de Ferdydurke:
5
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7,0
20.934
Drama
Fred Ballinger (Michael Caine), un gran director de orquesta, pasa unas vacaciones en un hotel de los Alpes con su hija Lena y su amigo Mick, un director de cine al que le cuesta acabar su última película. Fred hace tiempo que ha renunciado a su carrera musical, pero hay alguien que quiere que vuelva a trabajar; desde Londres llega un emisario de la reina Isabel, que debe convencerlo para dirigir un concierto en el Palacio de ... [+]
25 de enero de 2016
5 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Vacaciones en balneario suizo. Solo escribirlo y ya suena bien.
Mosaico gélidamente hermoso, tan bello como glacial. Una serie de temas y unos cuantos personajes: la vejez, la juventud, padres, hijos, cine, música, deseo, horror... Maradona, Marx, Hitler, Jane Fonda (¡cómo está!, ay, dios mío, esos desalmados cirujanos y esas carnes trituradas), Miss Universo...
Es una película que promete más de lo que da. Todo son ilusiones y esperanzas que se ven continuamente desengañadas, estafadas.
Frases altisonantes y muy pretenciosas que tratan de resumir el mundo y expresar grandes conceptos, pero que las más de las veces solo se reducen a ridiculeces vacías y estiradas, pura cochambre intelectual con aires de grandeza, no más que un decorado para epatar al personal más fácil.
Impecable visualmente, admirable, deliciosa. Lamentable literariamente, escuchimizada, pedante.
No te mata de aburrimiento como parece que pretende durante sus buenos ratos, se conforma con darte un espectáculo de postales congeladas. Montañas nevadas a lo lejos, cuerpos desnudos algo más cerca.
Cine que esconde su enorme debilidad tras una exhibición formal digna de mejor causa, o en busca del escritor perdido.
Nota: El mismo Seidl, en un ambiente lejanamente parecido, mucho más modesto, sacaba, con su sarcasmo piadoso, mucho más mejunje, jugo y miga a la cosa. A Sorrentino no le pedíamos que se manchara tanto las manos, que se nos bajara al pilón, simplemente algún mordisco prohibido a la manzana tan deseada.
Mosaico gélidamente hermoso, tan bello como glacial. Una serie de temas y unos cuantos personajes: la vejez, la juventud, padres, hijos, cine, música, deseo, horror... Maradona, Marx, Hitler, Jane Fonda (¡cómo está!, ay, dios mío, esos desalmados cirujanos y esas carnes trituradas), Miss Universo...
Es una película que promete más de lo que da. Todo son ilusiones y esperanzas que se ven continuamente desengañadas, estafadas.
Frases altisonantes y muy pretenciosas que tratan de resumir el mundo y expresar grandes conceptos, pero que las más de las veces solo se reducen a ridiculeces vacías y estiradas, pura cochambre intelectual con aires de grandeza, no más que un decorado para epatar al personal más fácil.
Impecable visualmente, admirable, deliciosa. Lamentable literariamente, escuchimizada, pedante.
No te mata de aburrimiento como parece que pretende durante sus buenos ratos, se conforma con darte un espectáculo de postales congeladas. Montañas nevadas a lo lejos, cuerpos desnudos algo más cerca.
Cine que esconde su enorme debilidad tras una exhibición formal digna de mejor causa, o en busca del escritor perdido.
Nota: El mismo Seidl, en un ambiente lejanamente parecido, mucho más modesto, sacaba, con su sarcasmo piadoso, mucho más mejunje, jugo y miga a la cosa. A Sorrentino no le pedíamos que se manchara tanto las manos, que se nos bajara al pilón, simplemente algún mordisco prohibido a la manzana tan deseada.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Ese apoteósico final kitsch musical confirma lo ya tan temido y anunciado a bombo y platillo durante todo el trayecto circunspecto. Se lo creyó y se la pegó.
Un detalle pernicioso: hasta para suicidarse estos pedorros necesitan animarse con una previa enormidad verbal, dícese de tontería abismal. Supongo que para irse entre aplausos y aleluyas, olé tu tía.
Un detalle pernicioso: hasta para suicidarse estos pedorros necesitan animarse con una previa enormidad verbal, dícese de tontería abismal. Supongo que para irse entre aplausos y aleluyas, olé tu tía.