Media votos
4,3
Votos
2.797
Críticas
2.797
Listas
0
Recomendaciones
- Sus votaciones a categorías
- Contacto
-
Compartir su perfil
Voto de Ferdydurke:
7
7,0
5.775
Thriller
Una Roma repleta de políticos, malhechores, figuras de las instituciones, eclesiásticos y mafiosos que, en lugar de verse perjudicados por los escándalos de corrupción, aumentan su poder de manera exponencial: “una gangster movie que refleja el final de una era, de un mundo político y un mundo criminal que se está convirtiendo en otra cosa, aún no sabemos bien qué, y que, por tanto, se agita dejando a su paso restos de sangre a la ... [+]
18 de septiembre de 2016
28 de 31 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ampulosa barbaridad. Cuadro expresionista de los horrores de la actualidad. Habla de Italia, vale para todos.
Política, Religión, Grandes Negocios. Es decir: Mafia. Unos ponen la violencia, otros dictan leyes y los últimos bendicen y se llevan su parte contratante.
Se extorsiona a la gente para que venda. Se propone un plan que va a suponer una gran inversión. Se explica al político. Se vota. Se da el visto bueno. El dinero cae y la mierda sube.
La mirada es grandilocuente, operística, apabullante. El relato, brillante, bien hilado e hilvanado. Bien explicado y contado.
Los gitanos ("de mierda, pobres usureros"), el número 8 (el hijo díscolo, furioso, de un padre más calmado, con novia yonqui y de amor fou), el samurái (el frío engrasador, el intermediario, el negociante, el director de orquesta y el sicario definitivo), el pobre hombre que pasaba por allí (hijo débil, un don nadie que vive de las migajas de los poderosos; mequetrefe de buen corazón y alma cobarde), el político (epítome y concentrado de la corrupción, cae como diluvio, casi no para de llover, más barro para el lodazal; putero, drogota, avaricioso y miserable) y la puta (la parte más frágil de la cadena y, quizás, la mejor, o menos mal, tratada por la historia).
Es una tragedia apocalíptica, una junta de cadáveres. El retrato de los tiempos modernos en forma de espectáculo negro, teatral, abominable.
El estilo es atronador y retumbante. Y no chirría, casi nada, por lo bien sujeto que está todo, atado sólidamente a una narración bien construida y desarrollada.
Política, Religión, Grandes Negocios. Es decir: Mafia. Unos ponen la violencia, otros dictan leyes y los últimos bendicen y se llevan su parte contratante.
Se extorsiona a la gente para que venda. Se propone un plan que va a suponer una gran inversión. Se explica al político. Se vota. Se da el visto bueno. El dinero cae y la mierda sube.
La mirada es grandilocuente, operística, apabullante. El relato, brillante, bien hilado e hilvanado. Bien explicado y contado.
Los gitanos ("de mierda, pobres usureros"), el número 8 (el hijo díscolo, furioso, de un padre más calmado, con novia yonqui y de amor fou), el samurái (el frío engrasador, el intermediario, el negociante, el director de orquesta y el sicario definitivo), el pobre hombre que pasaba por allí (hijo débil, un don nadie que vive de las migajas de los poderosos; mequetrefe de buen corazón y alma cobarde), el político (epítome y concentrado de la corrupción, cae como diluvio, casi no para de llover, más barro para el lodazal; putero, drogota, avaricioso y miserable) y la puta (la parte más frágil de la cadena y, quizás, la mejor, o menos mal, tratada por la historia).
Es una tragedia apocalíptica, una junta de cadáveres. El retrato de los tiempos modernos en forma de espectáculo negro, teatral, abominable.
El estilo es atronador y retumbante. Y no chirría, casi nada, por lo bien sujeto que está todo, atado sólidamente a una narración bien construida y desarrollada.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Quizás el apocalipsis tan anunciado, justo por eso, sabe a poco (más allá de vagas implicaciones teológico-simbólicas un tanto impostadas y desleídas a pesar de ser tan recalcadas casi como negra profecía). Suena a birria, lo anterior había sido todavía más terrible, hasta incluso el mismo principio.
Es una película que por momentos duele, y no solo por su violencia desaforada, me refiero más bien a la cruda exposición del funcionamiento del mundo, de esa jungla atroz en la que unos son aplastados por otros y cualquier atisbo de virtud o bondad es prácticamente aniquilado.
Al final caen todas las piezas del tablero. Una especie de justicia, muy esquinada y torcida, poética. Nadie se salva. Y los vivos también están muertos, todos.
Es una película que por momentos duele, y no solo por su violencia desaforada, me refiero más bien a la cruda exposición del funcionamiento del mundo, de esa jungla atroz en la que unos son aplastados por otros y cualquier atisbo de virtud o bondad es prácticamente aniquilado.
Al final caen todas las piezas del tablero. Una especie de justicia, muy esquinada y torcida, poética. Nadie se salva. Y los vivos también están muertos, todos.