Como unos domingueros que cogen el primer taxi que sale para Urano en la primera rotonda que queda allí a la derecha o la izquierda, en el agujero, ese, desvío al paraíso/infierno. Qué cosa más tonta.
Hay más cartón piedra que en una feria. Es todo una cuchufleta con el rigor científico y la verosimilitud de una tienda de golosinas o chucherías, mucha, la risa, que te tumba, de sueño la cabrona, no hay manera.
Ella es Kim Novak y Maureen O`Hara y la madre de Lorenzo Lamas cómo te quedas, el resto ahí anda, matando el tiempo, llenando hueco, ocupando espacio, incluso debajo de la tierra misma nos salen malotes hasta debajo de las piedras, no descansan nunca, ni en la aventura más egregia, qué maldita cruz la nuestra.
James Mason debe ser el personaje de la historia de la humana ficción que dice o suelta más macanudas machistadas, mujer tenías que ser, lo cogen hoy y directo a la hoguera que va, lo asan como a un cordero, no le salva ni la ciencia más estupenda, hemos/has topado con la Iglesia, moreno, por mucho que hables, mulo, no vas a salvar a tu culo, los que se odian se quieren y esas mierdas de las reglas del juego de la comedia. Al islandés lo tratan como a un esclavo o subalterno, con una infinita condescendencia despreciativa paternal, normal, habla muy raro, que aprenda. Ella está de adorno, pero es la mar de maja y el chaval igual, un florero. Nada, que un día me perdí, en eso que me caí y sin darme cuenta de bruces con los secretos más recónditos del universo me di, vamos, seguidme la corriente que hay marea/me mareo.