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Voto de Ferdydurke:
3
7,1
21.577
Drama. Acción
Se centra en un excéntrico y decidido equipo americano de ingenieros y diseñadores, liderados por el visionario automovilístico Carroll Shelby (Damon) y su conductor británico Ken Miles (Bale). Henry Ford II y Lee Iacocca les dan la misión de construir desde cero un nuevo automóvil con el fin de derrocar el dominio de Ferrari en el Campeonato del Mundo de Le Mans de 1966. (FILMAFFINITY)
29 de febrero de 2024
2 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Espectacular, sexy, vacía, con todos los tópicos y las banalidades y las fantasmadas mamarrachadas y las americanadas y las chorradas posibles en formato de tebeo con villanos de risa y buenos natos santos (vidas ejemplares, todo por un sueño), y con, de poco fondo, el sempiterno canto al individuo romántico yanqui como de western muy manoseado que se enfrenta a pecho descubierto y con dos cojones y una pistola o coche Rocinante que no la mula Francis al mal abismal o poder burocratizado corrupto nefando contra viento y marea y a trancas y barrancas con su idealismo atrabiliario a cuestas y su amistad a prueba de bombas (Wayne y Martin) de hombres machos que demuestran su amor a hostia limpia, sin mariconadas, El hombre tranquilo, son como niños, y con la inefable inevitable pistonuda mujercita, ese monumento, que se mueran las feas, que tanto te quiere y adora y cuida y echa la bronca cuando toca, no todo iban a ser rosas y mamadas, carantoñas y la caidita de Roma, morritos y el puente pino, ojitos y por el culo te la hinco, tan mona, y el hijo que te idolatra y emula y admira y toda la pesca para que no (te) falte de nada, y con el cliché del genio excéntrico zarrapastroso con un corazón a cuestas que no le cabe en el pecho y una honradez a carta cabal a través de una disparatadamente cómica interpretación del gran enorme Bale, sea, los frívolos efluvios reflejados en este agua turbia cristalina de un millón de pelis exactamente iguales o tan parecidas que se miran al espejo y no ven nada, ni Narciso, bueno, tal vez eso, solo, dinero, el ansia de hacerlo o ganarlo o conquistarlo o de tu bolsillo sacarlo o cogerlo quitártelo, la muerte tenía un precio.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
La escena de Enzo es como del Padrino malo, cuando los insulta a mares a puñados llenos, parodia, todo el arco dramático de Josh Lucas es una chufla muy tonta, de baba, ni de villano de Mortadelo nos vale o sirve o lo aceptamos, no da la talla, a tomar por culo, todas las apariciones de la parienta son la guasa (la primera ya apunta maneras o si no hemos visto la presentación de la esposa, amante o pareja coqueteando con el andobo protagonista marido a modo como si fuera una desconocida en tantas otras películas, no la has visto ninguna, mejor, estás mintiendo o has perdido la memoria definitivamente o te criaste entre gorilas en la niebla o vienes del siglo diecisiete con tu máquina del tiempo a plazos pagada, a los chinos comprada), las del chaval (cuando los dos en medio del circuito pasean paran en la noche más estrellada y se sientan en el suelo, el hijo lo hace como si estuviera tan pendiente de la marca, o de no chocarse con la cámara, que canta, ortopedia), las de Ford tan forzadas, en verdad, todo está hecho de cara a la galería, con esa falsa distensión pedestre amable fanfarrona como marca de la casa América, América de su cine, esa bruta campechanía, esa camarada cercanía y esos grandes sentimientos y aspiraciones y luchas y esa capacidad de trabajo y gran pillería sabiduría que les adorna, burda propaganda a toda hora y manera, te quito el reloj, te gano la vida, te tiro el tornillo, me río.
Arde lo que serás.
Y las escenas de las carreras tampoco son la gran cosa y la foto es de esas calcinadas, a pleno sol, justo lo más contrario u opuesto a las imágenes en blanco y negro a las que tenían acceso en aquel momento, en esa distancia perfectamente podría situarse la que hay, infinita, sideral, entre lo que aquí nos muestran o cuentan (y cómo nos lo muestran o cuentan) y lo que pasó o pasaba en aquellos tiempos y esos ámbitos, cualquier coincidencia o parecido con los hechos reales es pura casualidad (un error de cálculo imperdonable, un fallo de la Matrix lamentable, perdonen las molestias, no volverá a pasar, jamás, lo sentimos tanto y mucho), más bien se tratará de evitar como sea, cueste lo que cueste, no vaya a ser que una gota de aceite mal puesta haga que derrape el coche, haga o provoque que se vaya todo al garete o a la mierda, manche.
Todo está preparado, trucado, mal imitado, amañado, vulgarizado, simplificado, entontecido, entretenido, reducido, garrulizado, maqueado, ablandado, popero, tuneado, recauchutado.
La muerte en off mejor. La última visita innecesaria, redundante.
El beatnik con su tanque y que los parió la madre.
Los yanquis vuelven a desembarcar en Normandía, una y otra vez siempre hasta el fin de los tiempos, bucle melancólico eterno, reincidente, al lugar del crimen perfecto vuelven, nos libraron del mal, se lo agradeceremos por los restos, el mundo no es nunca suficiente.
Si uno pudiera ser piel roja, siempre alerta, cabalgando sobre un coche a todo galope, con el cuerpo inclinado y suspendido por el viento, constantemente sacudido sobre la tierra estremecida, hasta arrojar las espuelas, pues no harían falta espuelas, hasta arrojar las riendas, pues no harían falta riendas, y apenas viera ante sí que el paisaje era una pradera llana, ya sin el cuello y sin la cabeza del coche.
Arde lo que serás.
Y las escenas de las carreras tampoco son la gran cosa y la foto es de esas calcinadas, a pleno sol, justo lo más contrario u opuesto a las imágenes en blanco y negro a las que tenían acceso en aquel momento, en esa distancia perfectamente podría situarse la que hay, infinita, sideral, entre lo que aquí nos muestran o cuentan (y cómo nos lo muestran o cuentan) y lo que pasó o pasaba en aquellos tiempos y esos ámbitos, cualquier coincidencia o parecido con los hechos reales es pura casualidad (un error de cálculo imperdonable, un fallo de la Matrix lamentable, perdonen las molestias, no volverá a pasar, jamás, lo sentimos tanto y mucho), más bien se tratará de evitar como sea, cueste lo que cueste, no vaya a ser que una gota de aceite mal puesta haga que derrape el coche, haga o provoque que se vaya todo al garete o a la mierda, manche.
Todo está preparado, trucado, mal imitado, amañado, vulgarizado, simplificado, entontecido, entretenido, reducido, garrulizado, maqueado, ablandado, popero, tuneado, recauchutado.
La muerte en off mejor. La última visita innecesaria, redundante.
El beatnik con su tanque y que los parió la madre.
Los yanquis vuelven a desembarcar en Normandía, una y otra vez siempre hasta el fin de los tiempos, bucle melancólico eterno, reincidente, al lugar del crimen perfecto vuelven, nos libraron del mal, se lo agradeceremos por los restos, el mundo no es nunca suficiente.
Si uno pudiera ser piel roja, siempre alerta, cabalgando sobre un coche a todo galope, con el cuerpo inclinado y suspendido por el viento, constantemente sacudido sobre la tierra estremecida, hasta arrojar las espuelas, pues no harían falta espuelas, hasta arrojar las riendas, pues no harían falta riendas, y apenas viera ante sí que el paisaje era una pradera llana, ya sin el cuello y sin la cabeza del coche.