Haz click aquí para copiar la URL
España España · MADRID
Voto de ELZIETE:
5
Drama Al final de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), Jimmy Picard, un indio Blackfoot que combatió en Francia, ingresa en el hospital militar de Topeka (Kansas), un centro especializado en enfermedades mentales. Picard sufre varios trastornos: vértigo, ceguera temporal, pérdida de audición... Debido a la ausencia de causas fisiológicas, el diagnóstico es esquizofrenia. La dirección del hospital decide, sin embargo, pedir la opinión de un ... [+]
18 de octubre de 2014
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
La película es aburrida. Mejor decirlo al principio para que nadie se lleve a engaño. Y eso no es lo peor. La película no es mala, es una propuesta fallida sobre un momento de la historia americana, de la psiquiatría y de las naciones indígenas norteamericanas que daba para muchísimo más, aún ciñéndose al caso concreto contado por el propio Georges Deveroux, interpretado por Amalric, en su libro: "Realidad y sueño: psicoterapia de un indio de la planicie".
Película de intuiciones. Intuimos que los nativos americanos pagaron su cuota de sangre con la patria y sufrieron el general abandono social de esa misma patria arrastrando su secuelas físicas y mentales, probablemente agravadas por su procedencia étnica. Intuimos el etnopsicoanalisis propuesto como novedad por Deveroux. Aquel que aplica en general las teorías de Freud a los condicionantes culturales de cada etnia. Intuimos el estado precarios de la psicología en la américa del 45. Intuimos poco y de forma desordenada algo de la vida privada de Devoroux que poco o nada aporta a la trama. Y se nos cuenta el drama personal de este indio pies negros que sumado a una fractura craneal le produce un cierto desorden físico y mental por el cual es ingresado en un centro de "enfermos del alma", preciosa metáfora, de la Armada estadounidense. Centro del que también intuimos que funciona con determinadas aptitudes racistas y escaso bagaje médico para los enfermos de los que se hace cargo.
Y si uno no abandona tanta intuición antes de que transcurran las dos horas de metraje es gracias a Benicio del Toro que de forma mesurada carga sobre sus anchos hombros y su mirada llena de matices toda la resignación y frustración contenida de esos pueblos a los que les robaron la tierra y el alma y que buscan nuevo acomodo en un mundo diferente al de sus ancestros. Destaco la sutil atmósfera creada por la dirección artística que nos traslada a ese rincón de Kansas, sin grandes alardes pero de forma muy evocadora y efectiva. (Los suelos del hospital, el tren...,etc)
Nominada a los Césares, novena entrega de un director desconocido para un servidor y que dicen quienes saben, que es de los mejores del cine francés. Pues eso.
ELZIETE
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow