Si alguna vez Ennio Morricone (1928-2020) mató una mosca o manchó una de sus partituras con la tostada del desayuno o ya puestos escribió una nota en falso, aquí Tornatore no nos los va a contar. Son 150 minutos de un panegírico, sin duda merecido, a un hombre que se emociona ante la cámara hablando de sus recuerdos y que fue y sigue siendo capaz de emocionarnos con su música.

Desde sus inicios el cine fue siempre de la mano de la música, primero fuera de la pantalla y luego dentro. Era intrínseca al mismo. Pero si al cine le costó lo suyo demostrar que era el séptimo arte y no una baratija para deslumbrar al populacho, la música para el cine y por el cine tuvo que esperar aún más tiempo para dejar el sambenito de comparsa de las imágenes y demostrar su propio valor artístico, incluso cuando algunos directores optan por el silencio, "una nota que no se ejecuta".

Morricone fue un pionero, desbrozó el camino a base de sus famosos contrapuntos y le dio a la bso el trono que se merece. A él también le costó reconocerlo y que se lo reconocieran y vivió acomplejado por ello. Bendito complejo que nos dejó obras maestras, que nos hacen inolvidables algunas películas que no serian lo mismo sin su música. A veces olvidamos la película pero nunca su melodía.

Descubrimos también, entre alago y alago de personalidades que lo alaban como un largo aplauso de 20 minutos a un divo de la ópera, su faceta experimental con los sonidos y como aplicarlos en bandas sonoras. A Hollywood le tomó demasiado tiempo dejar que el tío Oscar fuese a visitarle en dos ocasiones (una de ellas por toda su carrera). Tornatore  se centra más en la obra de Morricone que en su vida privada. Hay un documental de RTVE del año 80, "A fondo con Ennio Morricone" donde el periodista Joaquín Soler Serrano le entrevista durante casi una hora. Puede ser un buen complemento.

Ahora que lo que se lleva son las playlist en las películas, gracias entre otros a Tarantino. No viene mal recordar que cuando este decidió que compusieran una bso para su película "Los odiosos ocho", llamó a Morricone. El maestro a sus 85 años se llevó el Oscar. Ennio se metió en el cine "por un puñado de dólares", siempre fue "el bueno" en una industria de "feos y malos" y nos regaló emoción "hasta que llegó su hora".

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