Es de suponer que Segura debe estar ya cansado y tampoco debe ser bueno a su edad inflarse y desinflarse para encarnar a Torrente, ese personaje inigualable casposo e impresentable que ha reventado taquillas en veinte años y permitió a un tipo interesante e inteligente como profesional y casi siempre divertido como Segura haciendo cine cutre (salvemos la primera de la saga) subirse al estrellato. Segura como director siempre ha rallado a niveles mínimos y muy básicos, cosa que ha compensado como showman y actor. Ahora hace honor al título de su nueva propuesta y "sin rodeos" clona la película de  Nícolas López "Sin filtro", en la que creo que Segura tiene alguna participación. Santiago alaba el trabajo del director chileno que recientemente ha tenido que cerrar su productora acusado de supuestos abusos laborales y sexuales.
 
"Sin rodeos" es una comedia ligera,  que emula en clave femenina "Un día de furia" (Joel Schumaquer/ 1993) salvando las insalvables distancias, en la que una mujer liberal acomodada interpretada por Maribel Verdú con desigual acierto en sus dos caras de oprimida y liberada, consigue cantarle las verdades del barquero a todo el que se le pone por delante en una sucesión de escenas donde Segura aplica su formula de contar con sus amiguetes (buenos profesionales eso sí) e incluir caras populares como "La Pedroche" que hay que reconocer que está graciosa. De paso la cinta pone de manifiesto la tontería que invade muchos aspectos de la vida incluidas las nuevas tecnologías.

La cosa apenas sobresale de un telecomedia del montón con anuncio de BMW para despedirse en una bailarina coda final que visto lo visto hasta se agradece.

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