Puede que la envidia (es broma) que nos da que el cine francés nos lleve tanta delantera, nos invite a vengarnos de forma tan mezquina e injustificada como cambiarles el titulo: Angele y Tony, se convirtió en El amor de Tony. Pa que aprendan estos gabachos.

En serio. Otra estupenda demostración (Mademoiselle Chambón, El Árbol, Pequeñas mentiras sin importancia... por citar las mas recientes) de que a los cineastas galos les sobra sensibilidad, gusto y buen hacer para contar historias sencillas y conmovedoras donde el presupuesto no tiene porque ser ninguna traba importante. Aquí seguimos sustituyendo precariedad economica por comedietas de segunda fila. Vale, me he pasao , pero desgraciadamente no mucho.

El amor de Tony, apenas nos da información con cuentagotas del pasado de sus personajes y nos los presenta cargados con su lastre personal y poco atractivos para los estándares sociales al uso. Pero apuesta por ellos, los trata como los seres humanos que son, los acompaña en su soledad y les regala una segunda oportunidad porque, como todos, nos la merecemos. La degradación y el abismo no anda muy lejos (impresionante el arranque de la cinta), pero también el amor, que es capaz de prender cuando las miradas van mas allá de los cuerpos y las apariencias. Hermosa fabula.