Después de la agradable sorpresa de Moon esperábamos con interés el siguiente trabajo del hijo de Bowie, un tal Duncan Jones que no nos ha defraudado en absoluto. Con estos dos trabajos Jones ha vuelto a poner en pie la ciencia-ficción de Asimov, Dick, C.Clark, Bradbury... aquella que siempre nos deja mas misterios e interrogantes que batallas galácticas y monstruos espaciales, casi siempre basada en las contradicciones y adaptaciones del hombre y sus descubrimientos científicos. Con un guión sugerente siempre que nos dejemos llevar y hagamos actos de fe ante lo inexplicable y sustentado por un estupendo Jake Gillenhaal que se confirma como un actor solvente todoterreno, pasamos una hora y media disfrutando de un entretenimiento que como toda buena historia c-f continua a la salida de la sala comentando la película.
Vera Famiga hace lo que puede con un personaje algo ingrato y Jeffrey Wright consigue que su rol de doctor científico al mando sea lo mas increíble de una historia increíble. Por cierto y solo por curiosidad ¿por qué llevará muleta?
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