3 hombres y una mujer llegan a un planeta extraño 2000 años después de haber sido lanzados desde la Tierra. La mujer muere sin haber salido de la nave y los otros tres salen en busca de agua y alimentos que le permitan seguir con vida.
Cuando pensaban que no había vida en ese planeta, empiezan a descubrirla. Son unos simios inteligentes los que dominan ese planeta, y esclavizan a humanos que no tienen la facultad de hablar.
Mueren todos salvo Taylor (Charlton Heston), que intenta por todos los medios hacerles creer a todos que proviene del planeta Tierra y que está más avanzado que los simios.
Taylor pensaba que los humanos eran absurdos, que se peleaban entre ellos y se hacían daño entre ellos, en lugar de apoyarse los unos a los otros como hermanos. Más tarde se daría cuenta de cuanta razón tenía al pensar que los humanos eran así.
Tiene algunos aliados que le creen (a medias) y desean conocer más de el para así poder continuar evolucionando y tiene otros enemigos que solo quieren matarlo (y que son lo más poderosos).
Finalmente, consigue que le dejen huir con una humana que no habla, e intentar encontrar un lugar mejor, pero se da de bruces con la realidad, con su destino, comprobando que estaba en la Tierra. Una Tierra que ha sido destruída por los humanos y que ahora "pertenece" a los simios.

Lo mejor: sin duda el final.
Lo peor: que nadie haga un remake en condiciones de esta película.