Es irritante esta tendencia al pensamiento único que nos invade y cuyo deseo de buscar un chivo expiatorio se ha convertido en el santo grial de tertulias, programas y películas. No hay duda de que el sistema capitalista ha cometido abusos y que todo es mejorable. Pero querer convertirnos en indignados a todos es demasiado, habida cuenta de que los mismos que se enojan por el rescate a los bancos no dicen ni mu de las subvenciones al cine, a los periódicos, sindicatos, etc.

El documental está bien realizado técnicamente,(aunque las entrevistas son un poco extrañas) y aportan gran cantidad de información ( con algunas verdades a medias). Por ejemplo, los años del gobierno Clinton misteriosamente no se mencionan apenas, que es cuando se gestó realmente la burbuja financiera y no con Bush, que se comió el marrón que le dejó aquel, pues el tejano estaba
más ocupado en otros menesteres, como invadir países.

Por cierto, la burbuja no la crearon los malvados banqueros sino la política de bajos tipos de interés de la Reserva Federal que facilitó el endeudamiento desaforado de los cuidadanos.