Como no cabía esperar más del señor Balagueró, una película pesada, lenta y por momentos muy aburrida. Demasiado alargar un film que se podría rodar en un corto de 15 minutos. La sosez característica de la señora Calista está potenciada al máximo y su boca entreabierta no se cierra en los innumerables planos (excesivos a mi entender) que le dedica el realizador, en resumidas cuentas producto poco efectista rodado exclusivamente para el público mayoritariamente yanki. La música tremendamente aburrida ayuda a que el rato pase todavía más lentamente, la salva "ligeramente" el normalillo final.