Po resurta que el metrosexuá de la segunda parte quiere vengarse por perdé su reino y pa ello les toca la fibra sensible a toas las malas pécora de Muy, Muy Lejano pa que se alíen con él pa montá el pollo.

Mientras tanto, la muerte está llamando a las puerta de rey sapo y hace farta buscarle un sustituto no interino. Como a Shrek la vida de pijerío y lujo no le hace musha grasia y no para de meté la gamba en tó lo que hace, po se va con mi primo y er borrico a buscá al otro heredero ar trono pa pasarle er marrón. Éste es el pardillo der High School Musical medieval así que la cosa pinta mal, pero como está en una edá impresionable, bastan 30 palabras pa haserle cambiá de filosofía de vida. A to esto, Shrek se acaba de enterá de que ha dejao preñá a la parienta y le da er bajón, porque se le acabó magrearse con ella en la cosina.

Entre medio aparese Merlín pa liarla y cambia los cuerpo de mi primo y er borrico, cosa que se supone que iba a sé grasiosa y acaba siendo un poco peñaso.

Total, que los malos toman el reino en cero-coma-dó, pero en las entraña de la ciudá las princesitas Disney forman un escuadrón divino de la muerte en plan las shica son guerrera, sobre tó la madre que tiene un martillo pilón por cabeza. A Shrek como siempre, lo capturan a la primera y justo cuando la va a espishá aparese to la peña pa evitarlo. Pero solo durante un minuto porque se les había olvidao que los malos tienen armas. Pero el Deux ex mashina se repite ya que al Arturito le han vuerto a comé el tarro y desarma a tol ejército con un discurso de autoayuda. Olé él. Así que na, el pardillo se convierte en rey y Shrek vuerve a su cuchitril a convertirse en papushi en una orgía de peos y eructos.

Pa despedirse mi primo demuestra que es él el que corta er bacalao marcándose un bailesito.

Po na, me voy a ligá a la cola der paro que entre ZP y la Teo eso parese el Pashá. Un abraso a todas y una ortiga en er sobaco a todos.