Haz click aquí para copiar la URL
Canadá Canadá · Vancouver
Voto de is86:
9
Musical. Romance. Comedia. Drama Mia (Emma Stone), una joven aspirante a actriz que trabaja como camarera mientras acude a castings, y Sebastian (Ryan Gosling), un pianista de jazz que se gana la vida tocando en sórdidos tugurios, se enamoran, pero su gran ambición por llegar a la cima en sus carreras artísticas amenaza con separarlos. (FILMAFFINITY)
21 de enero de 2017
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Dejando a un lado lo excepcional de la peli por ser un musical tan bien integrado, con una estética y fotografía tan agradable, esta película me ha parecido un collage de un montón de otras pelis e incluso antiguos personajes interpretados por los actores protagonistas.
Tengo una sensación de dejà vu constante, no era la primera vez que se ve una escena romántica de Emma Stone en un observatorio de estrellas (Magia a la luz de la luna, Woody Allen), que Ryan Gosling ocupa buena parte de sus fotogramas en un coche y que es de vital importancia para la trama (Drive) o enamora a su pareja cinematográfica con sus canciones, que toca mientras ella baila como una niña con zapatos (de claqué) nuevos (Blue Valentine). Además, es en esta otra peli que co-protagonizó con Michelle Williams, donde también recrea una historia de amor inocente y puro que no tiene un final feliz. Tampoco era la primera vez que Emma y Ryan bailaban juntos (Crazy, Stupid, Love) o que se nos contaba la historia de dos aspirantes a artistas, unidos por una misma visión de la vida y el gusto por el jazz, que se enamoran demasiado jóvenes cuando aún tienen demasiada carrera por afianzar, como para justificar una historia de amor no resuelta (Café Society, Woody Allen, demasiado fresca en la memoria como para obviarla!)

A pesar de la sospechosa "inspiración" en estas y otras películas más, lo que realmente transmite es la magistral interpretación de Emma Stone. Se deja la piel. Es divertida, vulnerable, expresiva, conmovedora, convincente… pero ya estoy cansada del mono-personaje minimalista de Ryan Gosling que interpreta en todas y cada una de sus películas: al tío pasota, muy seguro de sí mismo por fracasado que sea, con poco texto y poco locuaz, que se limita a mostrar musculatura, sus habilidades musicales, su ágil conducción al volante o una voz de cantante indie, y hacer la buena obra del día, el gran favor que le convierte en un santo con pinta de sufrido. Puede que la combinación de ese personaje con el de la típica mujer frágil en apuros siga dando buen resultado en un cine machista, pero no me parece en absoluto meritorio de un actor, que solo tiene un registro y que encima es uno muy pasivo y nada arriesgado para su propia imagen en la vida real. Sin embargo, hay actrices que tienen que mostrarse gordas, feas, y humilladas para verse nominadas a algún premio.

Esta peli no está tan sobrevalorada como lo está Ryan Gosling, de todas formas me ha encantado por miles de razones. Pero si Hollywood puede reírse y condenarse a sí misma, a ver cuando empiezan a mostrar a hombres con los mismos sentimientos de fragilidad y desespero que una mujer, o dejan de mostrar a mujeres más afectadas que ellos por una ruptura. Son detalles tontos, pero que se llevan mostrando así toda la vida, cuyas conclusiones que transmiten (hombre tiene el poder, es fuerte y seguro, la mujer es inferior, débil y sumisa) se arraigan en el subconsciente de las personas y así están la diferencia de salarios, la diferencia de libertad, la diferencia de preocupaciones y la diferencia de autoestimas entre los hombres y mujeres a partir de los 30. Y esto no es ficción.
is86
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow