La guerra de Vietnam acabó en 1975. Los americanos salieron por patas tras no conseguir vencer después de 20 años de conflito armado. Rodar una peli 14 años después de terminada, sirve de poco o nada, y más si lo que busca es un lavado de imagen. Algunos la verán como una crítica a la guerra. Yo la veo como un intento de manipular la opinión pública, haciendo creer que aquella era una guerra justa y que los que se portaron mal, pagaron por ello. Seguro que los vietnamitas tienen otra opinión, tras 20 años sufriendo el asedio y la impunidad de Estados Unidos cada día.

Aquí se tiró la casa por la ventana: los jóvenes actores de moda, un director reputado, y un genio de las bandas sonoras. Para ciertas cosas, siempre hay dinero. Sean Penn está muy sobreactuado, aunque no me cabe duda de que en el ejército te encuentras a descerebrados así, especialmente dentro de una guerra en el exterior. Para llegar a sargento tampoco hace falta ser un lumbreras. Los demás si están bien en sus papeles.

En cualquier caso, la peli está muy bien elaborada, y Michael J. Fox ha sido siempre uno de mis actores favoritos. Es una peli buena, aunque el mensaje no sea el que yo mandaría al público.