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Voto de Juan Marey:
7
Terror. Ciencia ficción Un científico está realizando unos experimentos para conseguir un nuevo rayo láser con el que ayudar a la humanidad, pero para ello necesita un elemento llamado Radium X. En su búsqueda viaja África con su esposa, pero las radiaciones que recibe van cambiando poco a poco su carácter. (FILMAFFINITY)
18 de diciembre de 2016
7 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Nos ocupamos hoy de una de las películas más emblemáticas dentro de un género que se ha venido a llamar como el del «mad doctor», un pequeño clásico dentro del cine de ciencia ficción y fantasioso de los años treinta que, como podéis imaginar nada más leer el reparto, tiene el valor añadido de contar con dos monstruos del cine de terror de la época: Bela Lugosi y Boris Karloff. Una película realmente entretenida cuyo interés y capacidad de suspense se va acrecentando conforme la trama va avanzando y acercándose al terror.

La cinta tiene dos partes muy bien diferenciadas. La primera de ellas es la más científica, con toda la explicación del rayo misterioso, su viaje por el espacio y su cualidad para quedarse grabado en el universo, pero, también y sobre todo, es la más aventurera y, bajo mi humilde punto de vista, tal vez la menos interesante; asistimos a toda la aventura en el extraño continente africano donde no solo se busca el radio X; también conocemos los estudios y logros de Rukh, el científico que interpreta Boris Karloff, las posibilidades del radio X, o cómo Diana, la mujercita de Rukh, descubre que le hace tilín un miembro más joven y normal que su marido de la expedición, Ronald, además, somos testigos de la contaminación de Rukh y de cómo, poco a poco, va perdiendo la chaveta. Y ahora vamos con la segunda parte, que es la que sucede en la ciudad, cuando todos vuelven de África, si bien la primera es más aventurera y científica, esta segunda se va a caracterizar por ser la típica del científico que se vuelve majara y empieza a hacer locuras, llevándose por delante a quien sea, claro que, por otra parte, es perfectamente normal, si a mí me roban a mi mujer, mi experimento y se enriquecen a mi costa, lo mismo me molesta un pelín.

Los actores están muy bien pero, entre vosotros y yo, esta peli es de dos: Boris Karloff y Bela Lugosi. Karloff lo borda; al principio, se muestra tímido, humilde, y sencillo pero su cara le delata, luego, es una bestia sin escrúpulos que quiere matar y vengarse por el placer de hacerlo. Lugosi es el perfecto y elegante científico famoso, respetable y respetado, resulta muy serio y señorial con esa perilla y, por una vez, no es el malo. Frances Drake queda bien como Diana, muy atractiva, pero quizás algo inexpresiva, lo mismo que Frank Lawton en el papel de joven guapetón un pelín sosainas. Walter Kingsford y Beulah Bondi como sir Francis Stevens y su mujer Arabella complementan a los otros de manera bastante natural. Con todo, lo digo otra vez: esta peli es por y para Karloff y Lugosi y, los demás, que arreen.

Película ágil, pequeña pero grande a la vez, de realización sobria, casi minimalista pero muy eficaz en el tratamiento del suspense, un tipo de cine y fantasía que hoy no se hacen ni de lejos, no llega al nivel de las obras maestras del género, pero hace pasar un rato muy entretenido. Además, lo digo de nuevo, es una de esas ocasiones para ver a dos monstruos como Lugosi y Karloff compartiendo trama y plano, cosa que, ya de por sí, hacen que esta peli tenga que verse.
Juan Marey
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