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Voto de Juan Marey:
8
Comedia Un publicista (Randall) a punto de perder una importante cuenta trata de convencer a una bella mujer (Mansfield) para que promocione sus productos. Comedia basada en una obra de teatro que satiriza la cultura americana de los años cincuenta, su moral y la cultura relacionada con la publicidad, el sexo y la reciente televisión. Aparición de Groucho Marx. (FILMAFFINITY)
25 de enero de 2015
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
“Una mujer de cuidado” es una película de Frank Thaslin, una comedia clásica que ha sobrevivido con lozanía al paso de los tiempos. Entre sus protagonistas tenemos por un lado al gran Tony Randall, un importante comediante estadounidense que apenas tuvo transcendencia en el mundo del cine pero sí en Broadway y la televisión de su país. Acompañándolo en sus andanzas nos encontramos con la exuberante Jayne Mansfield, todo un sex symbol de evidentes atributos físicos que falleció de forma prematura en 1967 de accidente de coche junto a su último amante, en cierto modo fue una caricatura de Marilyn Monroe, ya que parodiaba su estilo, aunque su carrera fue demasiado breve para llegarle mínimamente a su altura. A destacar también el cameo sorpresa de Groucho Marx al final de la película, en aquella época la carrera cinematográfica del más prolífico de los hermanos Marx ya se había acabado y sus intentos en solitario no habían tenido éxito, sin embargo en la televisión volvió a triunfar reverdeciendo laureles aunque con programas muy distintos a sus célebres películas.

La película es una de las obras más reputadas de un cineasta bastante desconocido por el gran público; un realizador procedente del medio animado que, cuando pasó a ser guionista y después realizador de filmes de acción real se especializó en la comedia y en explotar la vis cómica de nombres propios del género como Dean Martin, Jerry Lewis o la citada Jayne Mansfield. Pero para hablar de esta “Una mujer de cuidado” debemos sacar a colación otro nombre ilustre, en este caso el de George Axelrod, comediógrafo y guionista de gran ingenio y gusto por la mordacidad, responsable de libretos como el de “Breakfast at Tiffany’s”, “Bus Stop” o, fuera de los márgenes de la comedia, “The Manchurian Candidate”. La película de Tashlin se basa en una comedia de Axelrod que había obtenido gran éxito en Broadway y que proponía un acerado discurso contra el mundillo de la publicidad y los famosos, y la mella que ese mercado de futilidades deja en la sociedad; Tashlin, amén de coproducirla y dirigirla, firmó la adaptación cinematográfica, respetando la esencia mordaz del relato pero llevándola a su personal territorio genérico y cinematográfico.

Una estupenda comedia que apenas ha envejecido y que se caracteriza especialmente por una gran mordacidad en sus diálogos y por el desparpajo y cinismo que rodea a todo el entramado. Un implacable retrato de un tiempo, un lugar y unos valores.
Juan Marey
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