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España España · Corella
Voto de marcus:
6
Ciencia ficción. Fantástico. Aventuras Tres criminales procedentes del planeta Krypton, a los que el padre de Superman condenó a vagar por el espacio, eluden su condena y llegan a la Tierra para enfrentarse a Superman en una batalla cósmica por la supremacía sobre el planeta. El superhéroe sigue ocultando su identidad tras la tímida personalidad del reportero Clark Kent, aunque su novia Lois Lane empieza a sospechar algo. (FILMAFFINITY)
17 de febrero de 2014
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuando Richard Donner llevaba buena parte de la secuela de su Superman ya rodada fue relevado de los mandos de la misma en favor de Richard Lester (Robin y Marian). Superman 2 dió continuidad a la sección en su antecesora en la que antes de la destrucción del planeta Krypton, Yor-El (Marlon Brando y padre del superhombre) juzga a tres rebeldes encabezados por el general Zod (Terence Stamp) siendo condenados éstos a vagar por el universo en la llamada Zona Fantasma. Es aquí donde ya en la película de Lester, Superman evita un atentado con una bomba atómica en la Torre Eiffel lanzándola al espacio con la terrible casualidad de que en la onda expansiva la detonación de la bomba acaba destruyendo la prisión en cuyo lugar estaban confinados los tres villanos liberándolos de manera en que se dirigirán a nuestro planeta para implantar el nuevo orden dictatorial bajo el mando de Zod y sus dos secuaces: La bella, letal y sumisa a su señor 'Usa' (Sarah Douglas) y el simple descerebrado pero imponente 'Non' (Jack O'Halloran). Los tres supervillanos dándose cuenta de su nueva densidad molecular que les confieren los mísmos poderes que el hombre de acero tendrán que enfrentarse a su coetáneo en una lucha desigual de 3 contra 1. Richard Lester utilizando más dosis de humor que en la película de Donner, más espectacularidad pero menos épica supo crear una secuela que se esfuerza por ofrecer lo que el público aceptó de la película del hijo de Krypton en el año 78 con el consagrado Cristopher Reeve derrochando vigor y Lex Luthor (un carismático Gene Hackman) con sus reiterados planes de ambición territorial. En esta película Luthor anhela Australia ahora asesorando a los tres enemigos del héroe de la capa roja en cómo llegar hasta el hijo de su carcelero para cumplir con su venganza apoderándose del planeta tierra al cuidado de el que los humanos conocemos como Superman. Un Superman que ignorando que su hogar adoptivo está en peligro por la amenaza de Zod y los suyos se entrega a su enamorada Lois Lane (Margott Kidder) despojándose de sus poderes para poder amarla como humano, renunciando así a las maravillosas virtudes que le hacían destacar para realizar virtuosas proezas que mantenían al planeta a salvo. De aquí se deduce que el Mesías volador no puede permitirse amar a un sólo ser humano, sino que debido a su responsabilidad de benefactor universal tenga que cargar con la conciencia de renunciar a su amor personal en favor del amor a todos los hombres enfrentándose al desafío de recuperar de nuevo sus poderes para luchar contra el cruel villano que amenazó a su planeta natal cuando él ni siquiera había nacido, y que ahora aterra a sus queridos terráqueos. Las secuencias de lucha final en Metrópolis (sucedáneo de N.York) son tan animadas y desatadas en la acción con vuelos, golpes, destrucción de edificios y mobiliario urbano que incluso los habitantes de la ciudad del héroe del cómic se ven involucrados intentando ayudar a su superhéroe animando a la par que disfrutando en los momentos en que los 3 canallas Kryptonianos sucumben ante las embestidas del superhéroe de rojo y azul. En Superman 2 me quedo con escenas que levantan el ánimo del espectador tales como la salvación de un niño que cae en las catarátas del Niágara acompañada de la música del genial John Williams, el aura verde que desprende la piedra que da poder de nuevo a Clark Kent para enfrentarse a sus enemigos, la comentada y animada lucha final en la que Zod le pide a Kal -El que se arrodille cogiéndole la mano y arrodillándose ante él y como no...El irónico escarmiento final a un camionero en una apartada cafetería en la que Clark deja aclarado que estuvo haciendo pesas para acabar con el maleducado transportista que anteriormente le había propinado una brutal paliza cuando no tenía superpoderes. La secuela de Superman dejó un nostálgico y agradable sabor de boca que no se recuperaría con sus posteriores y mediocres secuelas, unas penosas Supeman 3 y 4 que no alcanzan la superioridad de sus dos anteriores y estupendas películas. Lester no defraudó con Superman 2.
Más Info en: cristobalcine.jimdo.com
marcus
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