Ya la primera entrega me dejó claro porqué había dejado esta saga de lado. Su colorido, su humor, sus canciones… todo era un cóctel que me estallaba en la cara salpicando de purpurina todo alrededor… y no me gustaba. La reconozco ciertos logros, ciertos gags… pero no era una película que no era para mi. Y, los que me leéis, sabéis que soy muy de cine infantil.

Como mi hija es la nueva ama y señora del mando a distancia de la televisión y a ella estos bichos si que la encantan, me dispuse a darles una segunda oportunidad, a ver si esta secuela verdaderamente conseguía llamar mi atención, pero ha sido un rotundo NO. Es más, encabeza la lista de ser una de las peores películas de animación que he visto en mi vida (secundada por la inefable ‘Wish’).

‘Trolls: Gira Mundial’ multiplica por cien cada elemento exacerbante de la primera entrega y, así, es imposible que le coja cariño a alguno de los personajes o que la historia me llame mínimamente la atención. Esta vez, ni siquiera encontré un punto de anclaje o un chiste al que acogerme. Esta segunda parte no tiene nada, absolutamente nada, que me atraiga.

La tercera espero ahorrármela, pero si no me espero lo peor.

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