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España España · MADRID
Voto de Spark:
5
Comedia Paz tiene una vida aparentemente perfecta. Tiene trabajo, pareja, amigas… pero algo falla. Se siente angustiada y agobiada, hay algo que no funciona. En su desesperación acudirá a la consulta de un “sanador” hindú, Amil Narayan, que le ofrece la solución a sus problemas: una poción a base de plantas milenarias para liberar su tensión. La poción parece más potente de lo esperado, y Paz se encuentra con un resultado sorprendente, ... [+]
11 de julio de 2023
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¿Recuerdan aquella película de Joel Schumacher protagonizada por Michael Douglas?, ¿esa en la que como "tipo corriente" estaba hasta la coronilla de los escollos absurdos de la ciudad y, fusil en mano, iba amedrentando a todos los mentecatos que con sus absurdeces le impedían vivir con tranquilidad? Pues imaginen una versión más descafeinada y mézclenla con un "hechizo" a lo "Mentiroso compulsivo" (1997), "Dí que sí" (2008) o "Amor ciego" (2001) en el que él/la protagonista se vea obligado/a o bien a no mentir, o a no decir que no, o a ver solo la belleza del alma...

En esta ocasión es una Maribel Verdú como "mujer corriente" de ciudad la que sufre ese "conjuro", y se ve obligada a decirle a la cara a todo el mundo lo que piensa. Y esto incluye al caradura de su marido (Rafael Spregeldurd), a la insufrible de su mejor amiga (Cristina Castaño), a la loca de su hermana (Toni Acosta), al pesado de su vecino (Enrique San Francisco), al machista de su jefe (David Guapo) y así un largo etcétera.

El guion de Santiago Segura, Marta González de Vega y Benigno López (a su vez remake del film chileno de 2016 "Sin filtro") desde luego no presume de originalidad (pues recicla descaradamente instantes del cine comercial estadounidense anteriormente mencionado), pero al menos se puede decir de él que progresa con cierto entretenimiento sucinto. Y, aunque "Sin rodeos" exagera en la presentación de personajes (casi la mitad de la película) haciendo del nudo y el desenlace algo más breve de lo esperado, lo cierto es que tenemos una sucesión de acontecimientos distraídos que discurren de forma eficiente para con su objetivo que no es otro que amenizar de forma superficial. Ahora bien, no le pidan peras al olmo (y menos a una comedia española salvo contadísimas excepciones) pues en "Sin rodeos" tenemos la tónica habitual en el cine patrio de este corte: el paso de la caricatura al esperpento. Olvídense de toparse con un sentido del humor equilibrado, que maride a la perfección el surrealismo absurdo de ciertas personalidades con unos toques creibles y cercanos de humanidad. No, esto no es "In the Loop" (2009), "Fargo" (1996), "Bienvenidos al norte" (2008), "Pulp Fiction" (1994) o "Con faldas y a lo loco" (1959), con estos secundarios no te ríes ni de ellos ni con ellos. Lo que resultan los personajes encarnados por Cristina Pedroche, David Guapo, Florentino Fernández, el Gran Wyoming y demás no hacen gracia sino que resultan desagradables y exasperantes. No son precisamente unos Vincent Vega, Henry Hill o Jordan Belfort de la vida. no producen risa sino asqueo (y no es problema de sus intérpretes, pues ya hemos visto a Tino Acosta, Cristina Castaño o Florentino Fernández en otro tipo de comedias desenvolverse con genio (y Candela Peña ya es otro tema, pues es la única que saca oro de su secundaria aquí), es problema del material que tienen entre manos).

Que una comedia no haga reír es un problema... pero al menos solo es un problema. Porque el guion sí sabe amenizar (ya que no sabe divertir), cuenta con un metraje ajustado, una realización natural y dinámica (que no brillante), un diseño de producción resultón, y unas actuaciones dignas (Verdú solventa su papel de forma magnífica, mientras que el plantel de secundarios hacen lo que buenamente pueden ante sus roles infantiles e irreales en todos sus diálogos).

¿Qué "Sin rodeos" logra nuestras carcajadas co-partícipes de forma brillante?, pues no. ¿Que sirve de pasatiempo fugaz?, pues sí. Pero como cinta patria de palomitas es más recomendable a los más aficionados a las comedias españolas actuales (o a las de la época de Mariano Ozores) que a los que no lo son (que encontrarán productos de más categoría en su comicidad. Como por ejemplo "Aterriza como puedas" (1980), "Con faldas y a lo loco", "La vida es bella" (1997), "La boda de mi mejor amigo" (1997), "El Show de Truman" (1998), "Malditos bastardos" (2009), "El gran dictador" (1940), etc). Digamos que como comedia ligera "Sin rodeos" es algo superior a largos como "Sigo como Dios" (2007), "Paul" (2011), "R3sacón" (2013), "Jack y su gemela" (2011), "The Mexican" (2001) o "Convención en Cedar Rapids" (2011) y se equipara en su nivel a "Loca Academia de Policía" (1984), "Superagente 86: La película" (2008), "Los pingüinos del Señor Popper" (2011), "¡Alto!, o mi madre dispara" (1992), "Doce en casa" (2003) o "Los fantasmas de mis ex novias" (2009).

Lo peor: El empeño que tiene la cinta en no dotar de dimensiones humanas a sus caricaturescos personajes (toda buena comedia sabe dar esa diversidad de matices a los personajes).
Lo mejor: Me quedo con el requiebro que hace Peña a su esperpéntico personaje y... lo torna en una suerte de Belén Esteban de lo más identificativa para el gran público.
Spark
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