"Comedia" en la que Adam Sandler se desdobla para interpretar al típico padre de familia americano que tiene que lidiar con una hermana gemela pesada y cargante.

Vamos a ver, las comedias de actores travestidos a veces tienen cierto gancho bufonesco que en las manos adecuadas pueden funcionar muy bien (¡quién puede olvidar a Jack Lemmon en "Con faldas y a lo loco"!), pero éste no es el caso.

El problema reside en una (previsiblemente familiar) trama sin cimientos ni evolución, que permanece de manera inalterable y repetitiva sirviendo como excusa para una sucesión de gags que aportan un humor quebradizo y frágil que nunca arranca la carcajada.

"Jack y su gemela" no ofrece el enredo hilarante y confeccionado que se espera de ella; y hay que conformarse con una sucesión de chistes guarrillos y otras gracietas baladíes que, como mucho, pueden levantar la sonrisa muy de vez en cuando. Y es que sus chistes de pedos, sudoraciones y trompazos no llegar al delicioso delirío que deberían aportar, y las situaciones desternillantes jamás llegan a hacer acto de presencia.

Para colmo su agumento y personajes están nulamente edificados (al menos en "La señora Doubtfire" el divertido personaje de Robin Williams nos importaba y enternecía por algo), haciendo que tanto los personajes como los acontecimientos a los que se enfrentan transmitan la más sincera indiferencia.

Por todo esto "Jack y su gemela" no solo es ínfimamente divertida, sino que además está en todo momento al filo del aburrimiento (nada puede hacer una realización estandar y un Sandler sonriente y travestido... que no se luce como hubiera podido). Afortunadamente no es muy larga y la pérdida de tiempo no llega a las dos horas. Y además el metraje cuenta con un secundario de lujo: Al Pacino, que resulta ser (cómo no) el único personaje que se hace digno de atención teniendo reservados los mejores momentos (aunque nunca sean de desternille).

En fin. Nadie se esperaba una obra maestra del humor, sino una comedia boba y superficial, pero "Jack y su gemela" ni siquiera es capaz de hacer pasar una hora con distracción y desenfado plausibles. Puede ser soportable si se tiene un MUY buen día, y si tan solo el hecho de ver a Sandler travestido y con voz de pito ya hace gracia por sí solo.... porque esa es la única parida bien realizada que uno se puede encontrar (aunque el trailer hacía esperar que la tal Jill fuera más carismática de lo que en realidad llega a ser).

Lo mejor: Al Pacino.
Lo peor: El poco ingenio de su humor. La redundancia y poca evolución de su argumento.