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Voto de Feng Lanzhí:
9
7,2
2.208
Aventuras
Jim Hawkins es un joven inglés que trabaja en la posada de sus padres, Almirante Bembow, situada en un pueblo costero inglés. Un día llega al establecimiento un viejo bucanero llamado Billy Bones, que trae consigo un cofre con el mapa de “La isla del Tesoro”. En él se revela el paradero de las formidables riquezas acumuladas por el Capitán Flint. Los piratas que componían la tripulación de Flint, entre ellos Perro Negro, están buscando ... [+]
1 de octubre de 2018
16 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
“La isla del tesoro” (1934) en un bonito recuerdo de la infancia. Pero hoy en día esta adaptación de la célebre novela de Robert Louis Stevenson me sigue pareciendo admirable.
Vaya colección de piratas malvados y malencarados, qué historia más emocionante sobre el tesoro escondido por el terrible pirata Flint, que después de muerto seguía causando pavor a quienes lo conocieron, y qué relación más inolvidable tenía el antiguo lugarteniente de Flint, John Silver “El Largo” (Wallace Beery) y el niño Jim Hawkins (Jackie Cooper). Y todo con un gran sentido del humor y el ritmo vivo que Victor Fleming daba a sus películas.
Wallace Beery participó en muchas películas del periodo mudo y adquirió una merecida fama a principios del sonoro, con “Min y Bill” (1931), “El campeón” (1931, cuando fue galardonado con el Oscar), “Grand Hotel” (1932) o “Cena a las ocho” (1933). Pero donde en mi opinión puso el alma fue en la encarnación del viejo pirata con una sola pierna, embaucador, mentiroso y, no lo olvidemos, despiadado asesino. Puedo ver versiones de la novela más modernas y mejor acabadas técnicamente, pero les falta la imponente y socarrona presencia de Wallace Beery.
El niño parecía encontrar en el veterano pirata, reconvertido en afable cocinero, al padre que nunca tuvo. Un hombre valiente y de mundo, héroe de la guerra, con valiosos consejos que ofrecer y grandes historias que contar. Pero el pirata, que engañaba al niño fácilmente para hacerse con el tesoro, parecía también sentirse atraído por su bondad y su inocencia, hasta el punto de defenderlo frente a sus letales compañeros, en especial de “Daddy Dawson” un individuo especialmente siniestro que deseaba rebanar el cuello al niño en cuanto tuviera ocasión.
Y es que la infame tripulación de Flint había pasado tiempos mejores. Era una tropa envejecida y devastada por el alcohol, aunque conservaba intacto su carácter sanguinario y el olfato por el dinero fácil.
En el spoiler hablo de algunos momentos destacables.
Vaya colección de piratas malvados y malencarados, qué historia más emocionante sobre el tesoro escondido por el terrible pirata Flint, que después de muerto seguía causando pavor a quienes lo conocieron, y qué relación más inolvidable tenía el antiguo lugarteniente de Flint, John Silver “El Largo” (Wallace Beery) y el niño Jim Hawkins (Jackie Cooper). Y todo con un gran sentido del humor y el ritmo vivo que Victor Fleming daba a sus películas.
Wallace Beery participó en muchas películas del periodo mudo y adquirió una merecida fama a principios del sonoro, con “Min y Bill” (1931), “El campeón” (1931, cuando fue galardonado con el Oscar), “Grand Hotel” (1932) o “Cena a las ocho” (1933). Pero donde en mi opinión puso el alma fue en la encarnación del viejo pirata con una sola pierna, embaucador, mentiroso y, no lo olvidemos, despiadado asesino. Puedo ver versiones de la novela más modernas y mejor acabadas técnicamente, pero les falta la imponente y socarrona presencia de Wallace Beery.
El niño parecía encontrar en el veterano pirata, reconvertido en afable cocinero, al padre que nunca tuvo. Un hombre valiente y de mundo, héroe de la guerra, con valiosos consejos que ofrecer y grandes historias que contar. Pero el pirata, que engañaba al niño fácilmente para hacerse con el tesoro, parecía también sentirse atraído por su bondad y su inocencia, hasta el punto de defenderlo frente a sus letales compañeros, en especial de “Daddy Dawson” un individuo especialmente siniestro que deseaba rebanar el cuello al niño en cuanto tuviera ocasión.
Y es que la infame tripulación de Flint había pasado tiempos mejores. Era una tropa envejecida y devastada por el alcohol, aunque conservaba intacto su carácter sanguinario y el olfato por el dinero fácil.
En el spoiler hablo de algunos momentos destacables.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
El pirata Billy Bones (un gran Lionel Barrymore), arruinando la fiesta de cumpleaños con sus historias truculentas y su famosa canción: “Yo Ho Ho and a bottle of rum”.
La cómica llegada del niño a la taberna de John Silver, cuando todos dejaban sus peleas y sus blasfemias y se ponían a disimular. Hasta Dawson se ponía a entonar canciones melosas…
El famoso momento en que Jim, buscando una manzana en el fondo de un barril, escuchaba la conspiración de los piratas, liderados por su presunto “amigo”.
El encuentro del niño con el enloquecido Ben Gunn, quien fue abandonado a su suerte en la isla muchos años atrás. Otro gran personaje.
La toma de posesión del barco por Jim ante un pirata herido y borracho que acababa de asesinar a su colega. Una secuencia de gran tensión que acababa en lo alto del mástil.
Y qué decir del desenlace, mejor que el de la novela. La memorable explicación de John Silver de cómo iba a ser ahorcado para impresionar al niño, la última decepción de Jim al ver que siempre sería un ladrón, la divertida neutralización de Ben Gunn para escapar del barco, y la despedida final de John Silver, legando a su pequeño amigo ni más ni menos que su inseparable loro…
La cómica llegada del niño a la taberna de John Silver, cuando todos dejaban sus peleas y sus blasfemias y se ponían a disimular. Hasta Dawson se ponía a entonar canciones melosas…
El famoso momento en que Jim, buscando una manzana en el fondo de un barril, escuchaba la conspiración de los piratas, liderados por su presunto “amigo”.
El encuentro del niño con el enloquecido Ben Gunn, quien fue abandonado a su suerte en la isla muchos años atrás. Otro gran personaje.
La toma de posesión del barco por Jim ante un pirata herido y borracho que acababa de asesinar a su colega. Una secuencia de gran tensión que acababa en lo alto del mástil.
Y qué decir del desenlace, mejor que el de la novela. La memorable explicación de John Silver de cómo iba a ser ahorcado para impresionar al niño, la última decepción de Jim al ver que siempre sería un ladrón, la divertida neutralización de Ben Gunn para escapar del barco, y la despedida final de John Silver, legando a su pequeño amigo ni más ni menos que su inseparable loro…