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Voto de mister:
8
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12 de octubre de 2016
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ya habéis leido la sinopsis y ya sabéis quien es el director, así que ya sabéis lo que podéis esperar. El sexo va a ser raro, gratuito y por todas partes, y no lo querríamos de otra manera. No es para débiles de carácter. Busca escandalizar y lo hace bien, es algo así como ese tío que le gusta el humor negro y cuanto más le afeas la conducta más disfruta. No os engañéis, Huppert y Verhoeven están brindando ahora mismo con lágrimas y sudor de espectadores, por lo visto la más dulce de las bebidas saladas. Mientras miráis la película, ellos os miran a vosotros, y se ríen por lo "bajini" dándose codazos cómplices. Avisados quedáis, por lo que pueda pasar.
Así que sin más preámbulos, al lío. La película cuenta la vida de Michelle, un personaje fascinante que atrapa en los primeros cinco minutos, reaccionando a una violación con menos pasión que yo cuando no encuentro las llaves. Ella sigue con su vida como si aquello fuese un incidente menor, y vamos descubriendo quién es esta persona, cuales son sus circunstancias y que hay debajo de esa máscara de ironía y distancia, de esa existencia turbia cubierta de una fina capa de barniz. Hubbert construye el personaje como una criatura funcional, incluso poderosa, despojada de moralidad pero no de sentimientos. Sigo en spoilers
Así que sin más preámbulos, al lío. La película cuenta la vida de Michelle, un personaje fascinante que atrapa en los primeros cinco minutos, reaccionando a una violación con menos pasión que yo cuando no encuentro las llaves. Ella sigue con su vida como si aquello fuese un incidente menor, y vamos descubriendo quién es esta persona, cuales son sus circunstancias y que hay debajo de esa máscara de ironía y distancia, de esa existencia turbia cubierta de una fina capa de barniz. Hubbert construye el personaje como una criatura funcional, incluso poderosa, despojada de moralidad pero no de sentimientos. Sigo en spoilers
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Pronto descubrimos Michelle se ha criado en la atrocidad y que por ahí vienen los tiros. El padre de Michelle es un asesino en serie que la involucró de alguna manera en sus crímenes. Preguntada por el motivo de que no denuncie a la policia, recuerda esos tiempos y dice algo así "ya he sido una víctima una vez, la cosa no salió bien". Esa es la palabra que estoy tentado de usar para describir a Michelle, pero no me gusta alguna connotación que tiene. En si, Michelle ES una víctima. Es una víctima de una violación, de acoso, fue una víctima de la locura de su padre, del egoismo de su madre, de la estupidez de su hijo, de las presiones de su amante y del victimismo y patetismo de su exmarido (que por cierto también la maltrataba). Pero también tiene poder en todas esas relaciones. Solo tiene un papel pasivo en la violación y en lo de su padre, y de eso va la película en mi opinión, de como consigue llegar a controlar también esas dos situaciones.
Por parte del acosador/violador, subvierte la agresión y la transforma en un fetiche. Acepta el insulto, lo asume y se apropia de él, llegando a convertir un violento crimen en una auténtica aventura amorosa en la que asume una posición de dominio. Una vez transformada la relación, Michelle asume todo el poder hasta el punto de que violador acaba muriendo por ella. Incluso en una situación en la que lo que se espera de Michelle es indefensión, sumisión y miedo, ella consigue hacerse con el control. En cuanto a su padre, ella misma admite que le ha dado demasiado poder. Es una obsesión, una figura omnipresente en su vida, que la define y la controla desde la distancia. Y sin embargo, Michelle vuelve a ganar. Al final, también prueba tener sobre él el mayor poder que nadie puede tener sobre otra persona: le causa la muerte. Podemos intuir del suicidio del padre que Michelle también ejercía una poderosa influencia sobre él. Incluso tras tantos años, la sola noticia de que su hija iba a ir a visitarle es suficiente para llevarle a la muerte. Una vez más, de donde uno esperaría una persona sin poder, Michelle sale victoriosa.
Esta película es la historia de una víctima con poder, con muchos otros matices y personajes secundarios que llegan a darle, en momentos, toques incluso de comedia. Verhoeven y Huppert, a partes iguales, definen un fascinante mundo de relaciones de poder y sexo y crueldad en el que se mueven personas heridas e hirientes orbitando en torno a una mujer sentada en su trono de espinas. Una joya de película, cubierta de una gruesa capa de mierda.
Por parte del acosador/violador, subvierte la agresión y la transforma en un fetiche. Acepta el insulto, lo asume y se apropia de él, llegando a convertir un violento crimen en una auténtica aventura amorosa en la que asume una posición de dominio. Una vez transformada la relación, Michelle asume todo el poder hasta el punto de que violador acaba muriendo por ella. Incluso en una situación en la que lo que se espera de Michelle es indefensión, sumisión y miedo, ella consigue hacerse con el control. En cuanto a su padre, ella misma admite que le ha dado demasiado poder. Es una obsesión, una figura omnipresente en su vida, que la define y la controla desde la distancia. Y sin embargo, Michelle vuelve a ganar. Al final, también prueba tener sobre él el mayor poder que nadie puede tener sobre otra persona: le causa la muerte. Podemos intuir del suicidio del padre que Michelle también ejercía una poderosa influencia sobre él. Incluso tras tantos años, la sola noticia de que su hija iba a ir a visitarle es suficiente para llevarle a la muerte. Una vez más, de donde uno esperaría una persona sin poder, Michelle sale victoriosa.
Esta película es la historia de una víctima con poder, con muchos otros matices y personajes secundarios que llegan a darle, en momentos, toques incluso de comedia. Verhoeven y Huppert, a partes iguales, definen un fascinante mundo de relaciones de poder y sexo y crueldad en el que se mueven personas heridas e hirientes orbitando en torno a una mujer sentada en su trono de espinas. Una joya de película, cubierta de una gruesa capa de mierda.