Más de 1000 veces hemos visto los amantes del género de terror sucedáneos de esta misma historia y debo decir que no, esta nueva aproximación tampoco aporta nada nuevo, más allá de que esta vez la lleven a cabo reputados actores y de ser tan pretenciosa como el Chef psicopatin que encarna sin despeinarse Ralph Fiennes.
La película empieza muy bien y te mantiene intrigado 30 o 40 minutos hasta que un suceso, hace que todo se desencadene y el Chef nos muestre la panorámica total del menú que ha preparado.
El menú no es sino una nada disimulada crítica social y de clases, una crítica de la actual sociedad occidental que consume y olvida, una critica a los críticos a sus imposturas y a lo impostado.
Así que el guión se queda anclado entre dos ingredientes que no acaban de maridar. Por un lado las referencias obvias a las clases sociales y por otro la mas pura anécdota de lo que ocurre en la cena. La historia se desarrolla entre la broma menos sutil y el ideario reivindicativo y eso lastra el resultado final.
La propia reacción de desidia enfermiza de unos comensales que lo tienen todo, hubiera sido una vía muy interesante para explorar utilizando el humor y la mala leche como soportes principales.
En cuanto al reparto Anya Taylor Joy está bien como siempre y el resto de los actores, aún teniendo todos líneas de diálogo, no acaban de resultar interesantes de manera que te la trae al pairo lo que les pueda suceder.
La película va transcurriendo con cierta solvencia narrativa (solo he mirado el reloj un par de veces) pero ni deja poso, ni abre demasiados debates para comentar a la salida del cine.
Como os decía antes, todo es tan obvio en el fondo, como artificioso y ridículo en la forma. Ridículo que el guión debería haber explotado con saña y sacar así más partido a una historia apetitosa que podría haber estado a la altura de la genial " The White Lotus".serie con un sabor y una hondura que " el menú" no alcanza.
Película de serie B disfrazada de menú qualité.
Salud