Media votos
6,2
Votos
4.931
Críticas
256
Listas
5
Recomendaciones
- Sus votaciones a categorías
- Mis críticas favoritas
- Contacto
-
Compartir su perfil
Voto de Alfie:
8
27 de febrero de 2010
18 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
Antes de que apareciera Peckinpah y revitalizara de nuevo el western hasta cotas insospechadas un grupo de directores se encargaron de ayudar al género a dar un paso adelante y dejar atrás las viejas normas del western clásico. Gordon Douglas fue uno de ellos filmando una serie de cintas durante la década de los sesenta donde ya se apreciaba ese cambio de registro que luego quedara plasmado magistralmente en “Grupo Salvaje”. La heroicidad dejaba paso a la ambigüedad, al continuo conflicto entre lo correcto y lo egoísta, entre lo decente y lo instintivo. Los personajes se mueven ahora en un mundo que se les ha adelantado, que los ha dejado atrás. Ellos lo saben. Se ven acabados, vencidos y sin ninguna opción de recuperar lo que en su día tuvieron.
Bueno pues bajo estas nuevas circunstancias Gordon rueda una historia llena de realismo y de crudeza en todas sus imágenes. Ya terminada la Guerra de Independencia, cuatro hombres se unen en busca de un cargamento de armas que el renegado Coronel sureño Pardee (O´Brien) ha interceptado. Así, el viejo oficial confederado Lassiter (Richard Boone), el criminal mexicano Juan Luis Martinez (Tony Franciosa) y el capitán Haven (Stuart Whitman) y el sargento Franklin (Jim Brown) del ejército de los Estados Unidos, a quien han sido robadas las armas, partirán en su busca. El viaje, siguiendo el curso del Río Grande, les llevará a encontrarse con todo tipo de adversidades que se personalizarán principalmente en la presencia de los Apaches, liderados por Camisa Sangrienta, y de bandidos mexicanos que rondan amenazantes la frontera. De los cuatro que forman la expedición destacar sobre todo a un excepcional Richard Boone dando vida al antihéroe por excelencia y protagonista absoluto del western crepuscular. Su evolución a lo largo del film, sus fobias interiores y las traumáticas experiencias por las que ha pasado le convertirán en un hombre amargado y en constante lucha interior.
Por otra parte, si bien Douglas evoluciona la psicología del protagonista westeriano respeta la forma de filmar que había heredado de sus contemporáneos y que transformaban al género en un estupendo refugio para los amantes de las imágenes. La fotografía poderosa de Joseph MacDonald se llena de polvo, de tierras áridas, de aguas empantanadas y de ríos que atraviesan vigorosas cordilleras “malborianas” para acompañar perfectamente a unos personajes brutos, sucios…y en ocasiones malos. Destacar también la música del por entonces joven Goldsmith y que ambienta muy bien el desarrollo de la historia.
Western crepuscular, uno de los mejores de los años sesenta, relativamente desconocido y que abre la puerta para una evolución del género que nos hace disfrutar tanto como lo hicieron los Ford, los Mann, los Daves o los Sturges. Y además en Cinemascope. Suficientes alicientes para no perdérsela.
Bueno pues bajo estas nuevas circunstancias Gordon rueda una historia llena de realismo y de crudeza en todas sus imágenes. Ya terminada la Guerra de Independencia, cuatro hombres se unen en busca de un cargamento de armas que el renegado Coronel sureño Pardee (O´Brien) ha interceptado. Así, el viejo oficial confederado Lassiter (Richard Boone), el criminal mexicano Juan Luis Martinez (Tony Franciosa) y el capitán Haven (Stuart Whitman) y el sargento Franklin (Jim Brown) del ejército de los Estados Unidos, a quien han sido robadas las armas, partirán en su busca. El viaje, siguiendo el curso del Río Grande, les llevará a encontrarse con todo tipo de adversidades que se personalizarán principalmente en la presencia de los Apaches, liderados por Camisa Sangrienta, y de bandidos mexicanos que rondan amenazantes la frontera. De los cuatro que forman la expedición destacar sobre todo a un excepcional Richard Boone dando vida al antihéroe por excelencia y protagonista absoluto del western crepuscular. Su evolución a lo largo del film, sus fobias interiores y las traumáticas experiencias por las que ha pasado le convertirán en un hombre amargado y en constante lucha interior.
Por otra parte, si bien Douglas evoluciona la psicología del protagonista westeriano respeta la forma de filmar que había heredado de sus contemporáneos y que transformaban al género en un estupendo refugio para los amantes de las imágenes. La fotografía poderosa de Joseph MacDonald se llena de polvo, de tierras áridas, de aguas empantanadas y de ríos que atraviesan vigorosas cordilleras “malborianas” para acompañar perfectamente a unos personajes brutos, sucios…y en ocasiones malos. Destacar también la música del por entonces joven Goldsmith y que ambienta muy bien el desarrollo de la historia.
Western crepuscular, uno de los mejores de los años sesenta, relativamente desconocido y que abre la puerta para una evolución del género que nos hace disfrutar tanto como lo hicieron los Ford, los Mann, los Daves o los Sturges. Y además en Cinemascope. Suficientes alicientes para no perdérsela.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Mi escena favorita:
una en la que la que se demuestra los pocos escrúpulos a la hora de mostrar una violencia que siempre, anteriormente, se había tratado de forma "delicada". Ahora, cuando nuestros protagonistas son apresados por los Apaches, se enseña con detalle la tortura a la que se les soemete, siendo arrastrados a caballo mientras las gentes del poblado los apalizan. Sin duda, Ford no hubiera enseñado eso.
una en la que la que se demuestra los pocos escrúpulos a la hora de mostrar una violencia que siempre, anteriormente, se había tratado de forma "delicada". Ahora, cuando nuestros protagonistas son apresados por los Apaches, se enseña con detalle la tortura a la que se les soemete, siendo arrastrados a caballo mientras las gentes del poblado los apalizan. Sin duda, Ford no hubiera enseñado eso.