Resulta cuanto menos paradójico que la misma compañía que estuvo a punto de despedir a uno de los actores más famosos del planeta por su extravagante actuación, permita, o a buen seguro fomente, la copia de la misma con un resultado patético.

Pero no solo voy a referirme a la desafortunadamente amanerada interpretación de Anne Hathaway a la que ya muchos apuntan como peor interpretación del año, no tiene la pobre (exclusivamente) la culpa de que “Alicia en el país de las maravillas” sea la película que es.

Con Alicia, Tim Burton ha conseguido lo que no había logrado nunca: aburrirme. Y cuando en tu escala personal el 90% de sus obras van del 7 al 10, que el numero 4 te pase por la cabeza al pensar en esta significa que algo no marcha bien.

En primer lugar voy a hacer como si el libro de Lewis Carroll no hubiera existido nunca, no se debe mi descontento a que la obra de Burton no se ciña al escrito del señor Dogson, y hasta cierto punto me parece bien que se intentara innovar después de sabe dios cuantas adaptaciones al cine, comic o videojuego del famoso libro.

Si no me ha gustado es porque es un coñazo. Así como suena.

Que la sala estuviera abarrotada de espectadores entre los 5 y 10 años, ya debió hacerme sospechar por donde iban los tiros, y es que la sombra de Disney es alargada, pero uno siempre espera cierta coherencia en el cine “infantil”, no en vano muchas obras destinadas en principio a los peques hacen las delicias del pequeño y no tan pequeño público.
Pero temo que “Alicia…” no sea la “Ratatouille” o “Toy Story” de turno…

Ya muchos me recriminaron que “Charlie y la fábrica de chocolate” no era especialmente brillante, que Tim estaba comenzando a repetirse y que Depp apenas cambiaba de un papel a otro… En esta, al fin, he comenzado a darme cuenta de que o es hora de cambiar de registro o de compañías (Y esto abarca desde sus actores habituales, a su compositor o al Mickey Mouse de las narices).

Incoherente, poco ingeniosa en los diálogos o situaciones, con un Depp y una Bonham Carter de lo más “justitos”, exenta de ritmo y tremendamente aburrida y simplona (iba a decir infantil, pero sería un insulto para un público más exigente de lo que las grandes compañías parecen creer).

Una Alicia de lo mas sosa que uno pueda imaginarse y escenas como la del baile del sombrerero, la absurda lucha con el Galimatazo (la acción no encaja muy bien en un argumento como este, y menos de esta forma) o la escena en la que Alicia le recuerda las celebres palabras de su padre al sombrero (luciendo uno de los recursos más cansinos de este tipo de película) completan un cuadro por el que tristemente no merece la pena pagar la entrada, ya sea con el añadido 3D o no…

Sigue en spoiler sin desvelar nada.