Para mí, es una película con un planteamiento original, pero desaprovechado; es un film de vampiros que trata de alejarse de las rutinas del cine británico de vampiros, sin conseguir un gran resultado, debido a las limitaciones de la producción, y del presupuesto. Es un film tan irregular como interesante, que merece ser visto, al menos por todos los aficionados al cine de terror, en general, y por los seguidores del cine de la mítica compañía británica Hammer Films, en particular.

Lo mejor: la mujer-tigre, el hombre-pantera, los vampiros acróbatas, el siniestro payaso enano, el forzudo...y el erotismo, un erotismo no demasiado intenso, para ser una producción Hammer Films de principios de los años 70.

Lo peor: la muy convencional parejita de enamorados formada por Lynne Frederick y John Moulder-Brown, John Moulder-Brown en sí mismo (es un actor muy malo), y la cerrazón de los prohombres del pueblo, que no creen en la existencia de los vampiros, pese a tenerlos delante de sus narices.

Para algunos, "El circo de los vampiros" es un film de culto. Pero creo que, como film de culto, no llega, se queda corto, no agota sus posibilidades, lo que es una lástima. Eso sí, el vampiro amariconado de la cripta -el Conde Mitterhaus, interpretado por Robert Tayman- es un personaje con un "look" sorprendente; parece que se ha escapado de una banda del "glam rock" de esos años 70.