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España España · Madrid
Voto de indrani:
10
Terror Un grupo de jóvenes turistas llegan a una casa en el medio del campo donde son recibidos por un viejo granjero. Sin embargo el aparentemente hospitalario buen hombre, es en realidad un psicópata que posee poderes telequinéticos. Para colmo de males, sufre una cierta obsesión con sus maniquíes, que confecciona con cuerpos humanos. (FILMAFFINITY)
29 de diciembre de 2013
13 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me encanta "Trampa para turistas". Es de 1979; para muchos de los espectadores del cine de terror de hoy en día, algo así como los años más oscuros de la Edad Media, allí donde no había efectos digitales y los efectos que había para los cineastas no eran casi ni "especiales". Ni falta que le hacían a los perpetradores de esta genial, delirante, pesadillesca, ingeniosa y agobiantísima peliculaza, que atesora algunos de los momentos más genuina y primitivamente horroríficos que ha ofrecido el cine de terror desde "Nosferatu".

"Trampa para turistas" pivota y se nutre del repelús que a todo bicho viviente inspiran los maniquíes y los muñecos de blanquísima y perfecta tez, ésa que no tocaríamos ni con pinzas, no vaya a ser que descubramos una textura que nos recuerda un poco demasiado a la piel humana. No se pueden describir algunas de las más escalofriantes escenas de "Trampa para turistas", protagonizadas por los susodichos turistas, en el papel de indefensas víctimas, y por uno o más maniquíes o muñecos, sin cometer grave injusticia contra esta película. Es de esos filmes que no se deben contar, a riesgo de degradar su enorme potencial; si se cuenta de pe a pa la historia y se describen sus escenas más fuertes, sobre todo la escena maestra, la última, uno corre el riesgo de sonar a chiste y de provocar cualquier cosa menos miedo. Es una película que debe ser vista, experimentada, sentida; y a fe que hace sentir miedo, cuando se ve así, dejando de lado nuestra parte racional. Sencillamente siéntense, apaguen todas las luces y atrévanse a mirar a los ojos a esa muñeca vestida de novia, osen ustedes rozar su piel, y díganme luego si no sienten el escalofrío. Tengan los redaños de mirar fijamente ese espejo y no apartar la mirada ni un segundo.

Además del terror elemental, el de sentirse vulnerable y a merced de un depredador oculto pero cercano, me encanta "Trampa para turistas" porque es una de las películas de este género más transgresoras que recuerdo haber visto. Así, como quien no quiere la cosa, "Trampa para turistas" subvierte las reglas a las que durante gran parte del metraje finge ajustarse y, cuando más confiado está el espectador, precisamente en ese momento es cuando enseña sus bien afilados dientes y pega la dentellada, en una maniobra capaz de sorprender a espectadores que tienen en su haber muchas películas supuestamente cargadas de impactantes revelaciones. Sí, señores: en 1979, David Schmoeller hizo una película que, aun siendo, a ojos vistas, modesta y con la desventaja de ser posterior a otras que ya habían calado hondo, supera en surrealismo, originalidad, descaro y transgresión a producciones de mayor nombradía. Después de ver "Trampa para turistas" y alucinar con su casi insoportable clímax, me quedó claro por qué es, o ha sido, al menos, la película favorita de Stephen King.

Recomendable de todas, todas, y de visión obligada para todos los fans del terror.
indrani
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