Le vino muy mal a esta película para el mercado español que se le cambiase el título de The Post para llamarla Los archivos del Pentágono, lo que sugiere un thriller político de tono gris. Pero esta película no solo no es un thriller sino que ni siquiera va sobre los archivos del Pentágono. Aunque están sobre el tapete durante todo el metraje, de su contenido se habla entre poco y nada. Esta película va de cómo un periódico regional se convirtió en el diario de referencia nacional en los años 70. En la vida a veces llegas a encrucijadas donde debes elegir entre el camino fácil y el difícil sabiendo que el resultado de tu elección podrá cambiar tu destino para bien o para mal. Esta es la historia de esa encrucijada.

Para mi es la única película de esta etapa más adulta de Spielberg que puede compararse con la que inicia este periodo: Munich. Desde luego, me gusta mucho más que la tediosa y verborreica Lincoln y que la apagada e insípida El puente de los espías. The Post está mucho más lograda a nivel narrativo que estas dos últimas e incluso puede parecer más equilibrada que la propia Munich, aunque vuele a menos altura (también es quizá la menos pretenciosa de todas). Es una obra sobre periodismo más discursiva que demostrativa, cuyo guion es más descriptivo de los hechos que emocionante con ellos, pero al mismo tiempo también es constante en su ritmo e inspiradora en sus diálogos. Digamos que todo funciona bien sin llegar nunca a subir demasiado alto, pero tampoco caer abajo. Se mantiene en una corrección muy adecuada y es que poco hay que hablar a estas alturas del buen hacer profesional de Spielberg, Meryl Streep, Tom Hanks, Janusz Kaminski, John Williams... Menos ubicados tenía a sus dos guionistas, la jovencísima Liz Hannah y Josh Singer, que venía de ganar el Oscar con otra película periodística (Spotlight, obra que formalmente no me parece tan bien facturada como esta pero que emociona mucho más).

Hacia el último tercio hay un giro espiritual bastante notorio, la película pasa de hablar de periodismo a hablar de feminismo, de hablar de un evento histórico a hablar de una mujer. Y es normal que así sea porque la figura central de esta historia es esa mujer y, al final, todo esto no es más que la excusa que utiliza Spielberg para hacer su pieza feminista. No en vano, toda su carrera de proyectos serios, con los que compensaba su vertiente comercial, está basada en su gusto por ser narrador de la historia especialmente cuando se trata de eventos que supusieron un impulso en materia de derechos civiles. Había hablado mucho sobre la raza y la religión. Le tocaba, sobre todo en los tiempos que corren, hablar del género. Lo que ocurre es que a mi esta película me gusta más cuando trata de periodismo que cuando trata de feminismo. Cuanto más se enfoca hacia esto último más manida y explicativa me resulta, más forzada me parece. Pero, con todo, me resulta una película muy digna y recomendable.

Nota: 7 - 7,5