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Voto de Daniel B:
10
5,9
15.442
Terror. Thriller
Después de presenciar un incidente extraño y traumático que involucra a un paciente, la Dra. Rose Cotter (Sosie Bacon) comienza a experimentar sucesos aterradores que no puede explicar. A medida que un terror abrumador comienza a apoderarse de su vida, Rose debe enfrentar su inquietante pasado para poder sobrevivir y escapar de su nueva y horrible realidad. (FILMAFFINITY)
1 de agosto de 2023
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sumario
El director equilibra muy bien los elementos de terror paranoide, objetivo y psicologista y la incertidumbre entre ellos y logra con tempos más bien reposados, sin abusar de los sustos y en general con recursos muy simples (como la sonrisa del título) o con otros más elaborados para incrementar lo pesadillesco, convertir el film (que recuerda en varios aspectos a Te sigue) en una experiencia por momentos realmente terrorífica.
Reseña
Una psicoterapeuta (Sosie Bacon) sufre una experiencia traumática al atender una urgencia en la clínica en la que trabaja. A partir de allí, su equilibrio emocional y psíquico se ve seriamente alterado.
Esta escalofriante película maneja muy bien la ambigüedad trabajando en varios planos y diferentes tradiciones del cine de terror, siempre ubicada en el incierto punto de vista de su atribulada protagonista. Por un lado, el terror paranoide: ¿en qué medida lo que ve la protagonista (y vemos con ella) ocurre, es real? ¿intervienen elementos sobrenaturales? Por otro lado, el terror objetivo y “científico”: ¿puede transmitirse una posible delirio en forma aguda y en determinadas condiciones? Y, por último, el terror psicologista: ¿en qué medida los padecimientos (reales o frutos del delirio) de la protagonista se vinculan con traumas de su pasado?
La película de Parker Finn funciona muy bien en los dos primeros aspectos; el tercero figura como un apunte necesario para el retorno al trauma original y contribuir a la incertidumbre del espectador respecto de los primeros. El relato es honesto y no se apoya en el “todo vale”.
Como en toda película de terror, son fundamentales los recursos de los que se vale un realizador para meter miedo en el espectador y no quedarse en el mero horror. Y Finn logra, con tempos más bien reposados, sin abusar de los sustos y en general con recursos muy simples (como la sonrisa del título) o con otros más elaborados para aumentar la dimensión pesadillesca, convertir el film (que recuerda en varios aspectos a Te sigue) en una experiencia realmente terrorífica.
El director equilibra muy bien los elementos de terror paranoide, objetivo y psicologista y la incertidumbre entre ellos y logra con tempos más bien reposados, sin abusar de los sustos y en general con recursos muy simples (como la sonrisa del título) o con otros más elaborados para incrementar lo pesadillesco, convertir el film (que recuerda en varios aspectos a Te sigue) en una experiencia por momentos realmente terrorífica.
Reseña
Una psicoterapeuta (Sosie Bacon) sufre una experiencia traumática al atender una urgencia en la clínica en la que trabaja. A partir de allí, su equilibrio emocional y psíquico se ve seriamente alterado.
Esta escalofriante película maneja muy bien la ambigüedad trabajando en varios planos y diferentes tradiciones del cine de terror, siempre ubicada en el incierto punto de vista de su atribulada protagonista. Por un lado, el terror paranoide: ¿en qué medida lo que ve la protagonista (y vemos con ella) ocurre, es real? ¿intervienen elementos sobrenaturales? Por otro lado, el terror objetivo y “científico”: ¿puede transmitirse una posible delirio en forma aguda y en determinadas condiciones? Y, por último, el terror psicologista: ¿en qué medida los padecimientos (reales o frutos del delirio) de la protagonista se vinculan con traumas de su pasado?
La película de Parker Finn funciona muy bien en los dos primeros aspectos; el tercero figura como un apunte necesario para el retorno al trauma original y contribuir a la incertidumbre del espectador respecto de los primeros. El relato es honesto y no se apoya en el “todo vale”.
Como en toda película de terror, son fundamentales los recursos de los que se vale un realizador para meter miedo en el espectador y no quedarse en el mero horror. Y Finn logra, con tempos más bien reposados, sin abusar de los sustos y en general con recursos muy simples (como la sonrisa del título) o con otros más elaborados para aumentar la dimensión pesadillesca, convertir el film (que recuerda en varios aspectos a Te sigue) en una experiencia realmente terrorífica.